La carretera que une Kalima con Salubezya es un auténtico calvario para los habitantes de la región. Recorriendo los 86 kilómetros que separan estas dos localidades, es casi imposible realizar el viaje en menos de 4 horas, incluso con un flamante vehículo todo terreno Land Cruiser 4×4. Esta situación obliga a las poblaciones locales a recurrir muchas veces a mototaxis para desplazarse, lo que no sólo representa un alto coste financiero, sino también un desafío de seguridad.
De hecho, cada viaje de ida y vuelta entre Kalima y Salubezya en mototaxi cuesta a los usuarios hasta 200.000 francos congoleños, el equivalente a 71 dólares. Un precio exorbitante que pesa mucho sobre el presupuesto de los habitantes de la región y limita su libertad de circulación. Esta realidad también impacta el acceso a servicios esenciales, en particular la estación del Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Agronómicas (INERA) ubicada en Salubezya.
El testimonio del jefe de la estación INERA en Salubezya, Augustin Mulongoy, es conmovedor. Califica el tramo Kalima-Salubezya como un auténtico infierno y añade que la carretera está tan degradada que complica enormemente el desplazamiento, incluso para los vehículos todo terreno. Por lo tanto, el viaje de 187 kilómetros desde la ciudad de Kindu hasta la estación INERA en Salubezya no es sólo un desafío logístico, sino también una prueba de resistencia para quienes lo realizan.
Esta situación pone de relieve un problema recurrente en términos de infraestructura vial en la República Democrática del Congo, un país con un importante potencial agrícola. Por tanto, la rehabilitación de la carretera Kalima-Salubezya es fundamental para promover el desarrollo agrícola de la región y facilitar la movilidad de los residentes. Las autoridades interesadas deberían prestar especial atención a esta cuestión para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones locales y promover el acceso a servicios fundamentales como el que ofrece INERA en Salubezya.
Al invertir en la rehabilitación de esta carretera estratégica, no sólo se facilitarán los viajes, sino que también se podrá expresar plenamente el potencial económico y agrícola de la región. Es hora de actuar para que el camino hacia el desarrollo ya no signifique sufrimiento para los residentes de Kalima, Salubezya y la región circundante.