Fatshimetrie, edición del 17 de julio de 2024 – Una iniciativa esencial para frenar la incivilidad vial y restablecer el orden en las carreteras de Kinshasa fue lanzada por el comisario provincial de la policía de la ciudad de Kinshasa, el subcomisario de división Blaise Kilimbambalimba, durante una operación de rutina este miércoles .
Es esencial subrayar la urgencia de esta acción, porque el incumplimiento de las normas de circulación por parte de los conductores se ha convertido en una grave amenaza para la seguridad de los ciudadanos y en un factor importante de los persistentes atascos en la capital congoleña.
De hecho, cada día los automovilistas adoptan comportamientos peligrosos, como conducir en contra de los carriles de circulación u ocultar sus matrículas. Estos actos irresponsables comprometen el flujo del tráfico y ponen en peligro la vida de los usuarios de la vía.
La presencia sobre el terreno del comisario Kilimbambalimba, al frente de esta operación de sensibilización y represión, envía un mensaje claro: el incivismo vial no será tolerado y quienes infrinjan la ley serán castigados. Los vehículos de los infractores fueron incautados e incautados, una medida disuasoria destinada a hacer cumplir estrictamente las normas de circulación.
Es alentador comprobar que esta acción fue bien recibida por los testigos presentes en el lugar, que expresaron su satisfacción de ver a las autoridades tomando medidas concretas para poner fin a la anarquía que reina en las carreteras de Kinshasa.
Además, durante una reciente reunión con miembros de la Asociación de Conductores del Congo (ACCO), el Comisario Kilimbambal destacó la importancia de la colaboración entre las autoridades y los actores del transporte público para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía. Recordó que la lucha contra el incivismo vial era un gran desafío para descongestionar las arterias de la ciudad y mejorar la movilidad urbana.
En conclusión, esta operación dirigida por el subcomisario de división, Blaise Kilimbambalimba, demuestra la determinación de las autoridades de restablecer el orden y la disciplina en las carreteras de Kinshasa. Marca un primer paso importante hacia una cultura de seguridad vial y respeto de las normas de tráfico, esenciales para garantizar la protección y el bienestar de todos los ciudadanos.