Este miércoles 24 de julio se inauguró la tan esperada competencia de rugby a siete en los Juegos Olímpicos de París, un evento deportivo global que atrae la atención de muchos fanáticos del rugby en todo el planeta. Uno de los protagonistas africanos que suscita especial interés es el equipo keniano Kenya Shujaa, un equipo que ha experimentado altibajos en los últimos años y que aspira a impresionar durante estos Juegos Olímpicos.
Si la selección de Kenia ha recorrido un largo camino tras haber sido excluida del Circuito Mundial de Élite el año anterior, su reintegración es motivo de orgullo y optimismo para jugadores, entrenadores y aficionados. De hecho, esta oportunidad ofrece a Kenya Shujaa la posibilidad de brillar en la escena mundial del rugby a siete, pero también de considerar una profesionalización que podría transformar el panorama deportivo de Kenia.
Entre bastidores en Nairobi, los jugadores del Kenya Shujaa se preparan con entusiasmo para enfrentarse a sus oponentes y defender los colores de su país. Los entrenamientos son intensos y se centran en la defensa, los saques de salida y las fases estáticas, elementos cruciales en la práctica del rugby a siete. Uno de los co-entrenadores muestra claramente sus ambiciones para el equipo, expresando alto y claro el deseo de conquistar un país. Podio olímpico, ya sea oro, plata o bronce.
Sin embargo, la realidad del rugby a siete en Kenia sigue siendo compleja, con jugadores como el capitán Vincent Onyala haciendo malabarismos con su pasión por el deporte y otras actividades para mantenerse. Estudiante, comerciante, entrenador deportivo, el capitán desempeña múltiples funciones para garantizar su sustento, afrontando limitaciones que a veces limitan sus posibilidades de formación. Sin embargo, su determinación y compromiso siguen intactos, impulsados por la esperanza de una posible medalla olímpica que podría cambiar la situación.
El director técnico del equipo, Steven Sewe, comparte su visión del futuro del Kenya Shujaa y habla de la creación de un equipo profesional a largo plazo, con jugadores bajo contrato hasta 2026. Para lograrlo, el apoyo financiero es crucial y el equipo depende de patrocinadores y socios para asegurar su sostenibilidad y desarrollo. Una victoria olímpica podría ser el catalizador necesario para atraer nuevos inversores y transformar el rugby a siete en Kenia.
En esta jornada de competición, todas las miradas están puestas en el primer partido de Kenya Shujaa contra la selección argentina, un encuentro decisivo que podría sentar las bases de una prometedora aventura olímpica para los rugbiers kenianos. Más allá de los resultados deportivos, es la historia de un equipo motivado por la pasión y la ambición, impulsado por el deseo de superar sus límites y marcar la historia del rugby a siete en Kenia..
Los Juegos Olímpicos de París 2024 ofrecen a Kenya Shujaa una oportunidad de oro para brillar, superarse y representar dignamente a su país en el escenario internacional. Que esta aventura deportiva sea sinónimo de éxito, solidaridad e inspiración para toda una nación, impulsada por el talento y la determinación de estos jugadores de rugby que sueñan con la grandeza y la gloria en el campo olímpico.