La reciente tragedia en la remota zona del distrito de Kencho Shacha Gozdi, en el sur de Etiopía, dejó al menos 157 personas muertas tras deslizamientos de tierra provocados por las fuertes lluvias. Entre las víctimas se encontraban niños pequeños y mujeres embarazadas, trágicamente arrastrados por los deslizamientos de tierra. La cifra inicial de 55 muertes comunicada el lunes fue revisada al alza, alcanzando las 157 víctimas confirmadas el martes, mientras continúan las operaciones de búsqueda en la región.
Los funcionarios locales dicen que la mayoría de las víctimas quedaron enterradas en un deslizamiento de tierra que ocurrió el lunes por la mañana, mientras los equipos de rescate trabajaban para encontrar sobrevivientes de un deslizamiento de tierra anterior el día anterior. A pesar de estos terribles acontecimientos, al menos cinco personas fueron rescatadas vivas del barro, lo que ofrece pocas esperanzas en medio de la tragedia.
Markos Melese, director de la agencia de respuesta a desastres en la zona de Gofa, destacó la presencia de muchos desaparecidos entre quienes intentan rescatar a otros. Describió escenas desgarradoras de niños agarrados a los cuerpos de sus seres queridos, después de haber perdido a toda su familia en el accidente.
Desafortunadamente, los deslizamientos de tierra son comunes durante la temporada de lluvias en Etiopía, que comenzó en julio y se espera que dure hasta mediados de septiembre. Este desastre pone de relieve la vulnerabilidad de las poblaciones que viven en regiones expuestas a tales fenómenos naturales, destacando la importancia de las medidas de prevención y socorro de emergencia en estas zonas de riesgo.
Las autoridades locales se están movilizando para encontrar a los que siguen desaparecidos y prestar asistencia a los supervivientes de esta tragedia. Es esencial fortalecer los esfuerzos de sensibilización y respuesta rápida para limitar las consecuencias de los desastres naturales y proteger a las comunidades vulnerables ante estos trágicos acontecimientos.