En este momento de tensión política en Nigeria, el panorama político se encuentra en el centro de una verdadera saga que enfrenta a los diferentes partidos y actores locales. Las noticias recientes estuvieron marcadas por el virulento discurso del Dr. Nicholas Udenta, Presidente del Congreso del Pueblo, condenando las acciones de los legisladores tras su paso del Partido Democrático del Pueblo (PDP) al Congreso All-Progresista (APC).
En una declaración de hoy, el Dr. Udenta acusó a Martin Amaewhule y sus compinches de sembrar el caos tras su deserción del PPD al APC. Dijo que estos legisladores deben afrontar las consecuencias de sus acciones, señalando su ignorancia de la constitución de la República Federal de Nigeria en relación con la deserción de legisladores.
A continuación, el Presidente del Congreso Popular criticó duramente la reciente petición de los legisladores de arrestar a miembros de los Comités de Gestión de los Gobiernos Locales (CGCL) como una «muestra de vergüenza», calificando la medida de contraria a la ley y perturbadora.
Defendió la administración del gobernador Siminalayi Fubara, quien creó las CGCL después de la expiración del mandato de los presidentes electos de los gobiernos locales. Según él, el gobernador Fubara actuó con responsabilidad al constituir comités de gestión para garantizar la continuidad de los asuntos locales en espera de las próximas elecciones.
El presidente de la organización instó a las fuerzas del orden a ignorar el llamado de los legisladores, calificándolos de «saboteadores» que buscan desestabilizar el estado de Rivers. Dejó en claro que el llamado de los legisladores podría conducir a la anarquía y pidió a las autoridades que permanezcan alerta y no cedan a la presión de los políticos que buscan sembrar discordia.
En un contexto político tenso, marcado por cuestiones de poder y maniobras políticas, es esencial mantener el orden y el respeto a las instituciones para asegurar la estabilidad del país y el bienestar de su población. Las acciones de los actores políticos locales no deben comprometer la unidad y la cohesión nacional, sino por el contrario contribuir al fortalecimiento de la democracia y el funcionamiento de las instituciones.