En una pequeña calle llamada Wilson Mba Street, ubicada en el área de Arowojobe Estate, un edificio se derrumbó trágicamente alrededor de la 1 de la madrugada, provocando pánico entre los residentes. El sonido del edificio al derrumbarse se comparó con el trueno, causando terror entre los hijos de la señora Yusuf, cuya casa estaba al lado.
Los rescatistas pudieron encontrar a cinco personas con vida y lamentablemente recuperaron cinco cuerpos sin vida entre la pila de escombros. Sin embargo, el número exacto de personas que había dentro del edificio en el momento del derrumbe sigue sin estar claro, aunque los testigos dicen que en el interior había unas 20 personas, incluidos muchos trabajadores de la construcción.
Según algunos residentes, el edificio pertenecía a una actriz de Nollywood, Aisha Lawal. Algunos incluso afirman haberla visto en el lugar dando instrucciones al ingeniero encargado del lugar. Sin embargo, cuando se le preguntó sobre esta afirmación, la señora Lawal negó cualquier participación en la propiedad y dijo que ella no era la propietaria.
Las operaciones de búsqueda y rescate continúan; cinco personas han sido transportadas al Hospital General de Gbagada y tres cadáveres han sido colocados en la morgue. Las autoridades locales seguirán procedimientos estándar para identificar a las víctimas antes de entregarlas a sus familias para los funerales.
Lamentablemente, los vecinos reportaron cierto retraso en el tiempo de respuesta de emergencia, debido a que los vehículos no pudieron acceder a la zona afectada. Testimonios señalan un supuesto defecto estructural en el edificio antes de su derrumbe, pero esto último no fue denunciado previamente a las autoridades.
Esta tragedia no sólo pone de relieve los desafíos que enfrentan los trabajadores de la construcción y los residentes, sino que también plantea interrogantes sobre la supervisión y regulación de la construcción en la región. Es imperativo que las autoridades locales implementen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los residentes y el cumplimiento de las normas de construcción.
En última instancia, esta historia sirve como recordatorio de que la vigilancia constante y la acción proactiva son esenciales para prevenir desastres de este tipo en el futuro y mantener a todos a salvo.