Fatshimetrie: celebraciones religiosas y nuevas construcciones que marcan la evolución de la comunidad en Kinshasa
El domingo pasado, la parroquia de Saint Benoît, en el corazón del municipio de Lemba, en Kinshasa, celebró con fervor sus bodas de plata. Un acontecimiento aún más memorable por el llamamiento lanzado por Mons. Fridolin Ambongo, arzobispo metropolitano de Kinshasa, invitando a los fieles a la colaboración mutua para construir la iglesia y mirar el futuro.
En un discurso impregnado de espiritualidad, Mons. Ambongo subrayó la importancia de la presencia de cada persona en la construcción de la iglesia, una invitación a inspirarse en la historia de la multiplicación del pan de los apóstoles. Recordó que en una Iglesia sinodal, como la de ellos, cada individuo tiene un papel que desempeñar y capacidades que aportar para contribuir a la obra divina.
El mismo día, en Ngaliema, en el municipio occidental de Kinshasa, la parroquia de Saint Christophe asistió a la colocación de la primera piedra de una cura moderna para los religiosos. Durante la celebración eucarística en honor del santo patrón de la parroquia, Mons. Édouard Isango, obispo auxiliar de la diócesis de Kinshasa, elogió el compromiso y la unidad de los fieles en la construcción de esta estructura, subrayando la importancia de la solidaridad dentro de la comunidad religiosa. .
El obispo instó a los fieles a la unidad y a mostrar bondad hacia el prójimo, citando las enseñanzas del Evangelio sobre la compasión y el compartir. Recordó el milagro de la multiplicación de los panes por parte de Jesús como ejemplo de generosidad y solidaridad hacia los demás.
La nueva rectoría, que sustituirá a la antigua que data de 1959, promete ser un lugar de encuentro y contemplación para los religiosos. Con sus dos niveles, su capilla, sus salas para visitas, su refectorio y sus espacios comunitarios, encarna el compromiso de la parroquia de crear un ambiente propicio para la oración y la fraternidad.
Estos acontecimientos testimonian la vitalidad de la comunidad religiosa de Kinshasa, su compromiso en la construcción de un espacio de culto y de vida comunitaria. Reafirman la necesidad de una colaboración activa y solidaridad mutua para construir un futuro sólido e inspirador para todos sus miembros. A través de estas iniciativas, la comunidad continúa fortaleciéndose e irradiando valores de ayuda mutua y de compartir, haciendo de sus lugares de culto espacios de comunión y paz.