La elección del cargo final del Senado: cuestiones y tensiones en el corazón de la Sagrada Unión

La Sagrada Unión por la Nación, coalición política encabezada por el presidente Félix-Antoine Tshisekedi, se encuentra una vez más en el centro de la noticia. Esta vez, con vistas a la elección de los miembros del último cargo del Senado, aumentan las tensiones y los interrogantes en el seno de esta familia política. A diferencia de la elección de los miembros de los cargos finales de la Asamblea Nacional, la Unión Sagrada optó por excluir las primarias para la candidatura a la cámara alta del Parlamento, optando en cambio por un proceso de designación interno.

En un contexto marcado por cierta agitación y por múltiples candidaturas anunciadas antes de la presentación oficial de los expedientes, Bernard Kahumba, miembro del colegio de presidentes de la Sagrada Unión, expresa su preocupación por lo que percibe como un desorden preelectoral. Destaca en particular la falta de legitimidad de determinados candidatos en cuanto a su peso político, así como la presentación de candidaturas sin la aprobación de los grupos afectados, creando así incertidumbre sobre la transparencia del futuro proceso electoral.

Es interesante señalar que si no está previsto ningún proceso primario para el nombramiento del Presidente del Senado, el Jefe de Estado deberá dar su aprobación a este nombramiento, subrayando así su papel de árbitro dentro de la Unión sagrada. Para los demás puestos en la oficina final del Senado, la familia política tendrá que decidir internamente, lo que promete animados debates e intensas negociaciones políticas.

En esta dinámica, la UDPS, principal partido en el poder, parece tener un peso preponderante al reclamar tres puestos en la presidencia final del Senado, en detrimento de sus socios de la Unión Sagrada. El ex Primer Ministro Sama Lukonde, considerado el futuro presidente y líder de la segunda fuerza política en el Senado, continúa su campaña con el apoyo afirmado del Presidente Tshisekedi, ilustrando así las alianzas y los juegos de poder en curso dentro de esta política de coalición.

Este período electoral al Senado promete, por tanto, ser crucial para la Sagrada Unión, que deberá demostrar su capacidad para gestionar las disensiones internas y preservar la unidad necesaria para alcanzar sus objetivos políticos. Por tanto, los próximos días serán decisivos para el futuro de esta coalición y para la consolidación del poder presidencial encarnado por Félix-Antoine Tshisekedi.

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