Fatshimetrie, edición del 29 de julio de 2024 – La ciudad de Kisangani se prepara para acoger una importante visita presidencial. De hecho, se espera que el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, participe en los próximos días en la provincia de Tshopo, más precisamente en Kisangani, para participar en la conmemoración de las víctimas de la guerra de agresión de 1998. El anuncio Así lo pronunció el viceprimer ministro del Interior, Jacquemain Shabani, a su llegada al aeropuerto internacional de Bangoka.
Esta misión presidencial se enmarca en una gira destinada a encontrarse con la población de la región del Gran Oriental y rendir homenaje a las víctimas de los conflictos pasados. El gobernador de la provincia de Tshopo, Paulin Lendongolia, dio una calurosa bienvenida al VPM Shabani y a su delegación a su llegada a Kisangani.
Un segundo equipo de gobierno, encabezado por el Ministro de Estado de Justicia y Guardián de los Sellos Constant Mutamba, el Ministro de Obras Públicas e Infraestructura Alexis Gisaro, así como el Ministro de Industria Louis Kabamba, se unieron a la delegación para asistir a la ceremonia conmemorativa. del genocidio congoleño que tuvo lugar en la provincia de Tshopo el 2 de agosto de 1998.
El evento representa una importante oportunidad para recordar las tragedias del pasado y rendir homenaje a las víctimas de estos conflictos. La presencia del presidente Tshisekedi en esta conmemoración es testimonio del compromiso del gobierno de no olvidar el sufrimiento del pueblo congoleño y de trabajar por la paz y la reconciliación nacional.
Esta visita presidencial reviste, por tanto, especial importancia y atrae la atención de la población local, que se moviliza para recibir calurosamente al Jefe de Estado. Al rendir homenaje a las víctimas del pasado, el presidente Tshisekedi afirma el deseo del gobierno de construir un futuro mejor para todos los congoleños, basado en la justicia, la paz y la reconciliación.
Esta ceremonia conmemorativa será una oportunidad para reafirmar los valores de la memoria y el homenaje a las víctimas, lanzando al mismo tiempo un mensaje de esperanza para el futuro de la República Democrática del Congo.