La cuestión de la salud del presidente Félix Tshisekedi plantea serias dudas y plantea importantes cuestiones tanto políticas como económicas en la República Democrática del Congo. De hecho, la indisponibilidad del Jefe de Estado por motivos médicos pone de relieve la fragilidad de un sistema político donde todas las decisiones parecen reposar en una sola figura.
El anuncio de su estancia en Bruselas para un seguimiento médico largamente planeado creó un vacío institucional y generó bloqueos dentro de las autoridades políticas del país. El aplazamiento de la elección del cargo final del Senado y las luchas de poder dentro de la Asamblea Nacional demuestran el impacto directo de la indisponibilidad del presidente sobre el funcionamiento de las instituciones democráticas.
Además, en el plano económico, la prolongada ausencia del Presidente Tshisekedi deja incertidumbre en torno a la gestión de los asuntos actuales y la reactivación de la economía nacional. La continua depreciación del franco congoleño frente al dólar estadounidense, la retención del capital extranjero en sectores clave de la economía y la ausencia de reformas estructurales están comprometiendo el desarrollo del país.
En este contexto, es esencial enfatizar la necesidad de una gobernanza colectiva e instituciones fuertes capaces de funcionar de manera autónoma en ausencia del jefe de Estado. La excesiva concentración del poder en manos de una sola persona debilita la democracia y perjudica la estabilidad política y económica del país.
Es esencial que los actores políticos y la sociedad civil de la República Democrática del Congo aprovechen esta situación como una oportunidad para repensar el funcionamiento de sus instituciones y promover una gobernanza más transparente e inclusiva. El compromiso de todas las partes interesadas para consolidar las bases de una democracia participativa y pluralista es esencial para garantizar un futuro mejor para los ciudadanos congoleños.