Fatshimetrie, 6 de agosto de 2024 – Mujeres y jóvenes de la estructura «Espoir de la jeunesse» en N’sele, Kinshasa, fueron invitadas a romper el silencio ante la violencia sexual de género (VG) durante una jornada dedicada a conciencia.
El coordinador de la organización, Baudoin Mateta, animó a las mujeres a alzar la voz para luchar contra la violencia, especialmente la que se produce en el ámbito profesional. Destacó la importancia de romper el silencio para poner fin a estas prácticas inaceptables.
Por su parte, Gaudard Kayembe, Responsable de Comunicación, insistió en la participación de la clase política, la ciudadanía y los responsables de la toma de decisiones para sensibilizar y poner fin a la violencia de género. Destacó que la violencia contra los niños sigue siendo un problema grave en la República Democrática del Congo y requiere una acción concertada.
Albert Ngoyi abordó la cuestión del acoso sexual en el lugar de trabajo, destacando que muchas mujeres son víctimas de presiones para obtener favores sexuales en el marco de su empleo. Destacó la necesidad de que las empresas adopten políticas claras para combatir este flagelo.
El señor Louis-Exaucé Madia añadió que el acoso sexual constituye un obstáculo para el desarrollo de las mujeres en el mundo del trabajo. Pidió medidas estrictas para castigar a los culpables de estos delitos.
Se elogió el compromiso de “Espoir de la jeunesse” de apoyar y defender los derechos de las mujeres y las niñas. La organización también se esfuerza por hacerlos autosuficientes capacitándolos en diversas profesiones.
La responsable de formación, Laurence Bonkoto, subrayó que el desempleo y la falta de recursos siguen impidiendo a muchas mujeres denunciar la violencia de la que son víctimas. Animó a las organizaciones y ONG a intensificar las acciones para crear conciencia y combatir la violencia contra las mujeres.
En conclusión, la lucha contra la violencia de género requiere movilización colectiva y medidas concretas para proteger los derechos de las mujeres y las niñas en la República Democrática del Congo. Es imperativo romper el silencio, generar conciencia y tomar medidas para poner fin a estas prácticas destructivas.