Fatshimetria
El 10 de agosto de 2024 quedará grabado para siempre en la memoria de los aficionados al baloncesto francés. Una vez más, la selección francesa de baloncesto tuvo que perder ante la potencia de Estados Unidos en la final olímpica, desafiando con valentía pero finalmente derrotada por 87-98. A pesar de la decepción por no haber conquistado el oro, los Bleses ofrecieron un espectáculo intenso y decidido a los espectadores reunidos en una atmósfera eléctrica en Bercy.
Desde el inicio del partido la intensidad se palpa. Los Blues muestran una determinación inquebrantable, liderados por un agresivo Victor Wembanyama y un imperial Nicolas Batum en defensa. Su tenacidad les permitió mantenerse en la carrera, pero los estadounidenses, liderados por una gran cantidad de estrellas de la NBA, rápidamente recuperaron la ventaja.
Guerschon Yabusele y Bilal Coulibaly, jóvenes talentos en ascenso, no se dejan impresionar por sus oponentes y continúan luchando con ferocidad. A pesar de las notables actuaciones individuales, la máquina estadounidense se mostró implacable y fue ampliando gradualmente la brecha.
El público de Bercy, ferviente seguidor de los Bléus, anima incansablemente a su equipo, esperando una recuperación. Los intentos de remontada de los franceses, liderados por un hábil Evan Fournier desde larga distancia y un inspirado Mathias Lessort en ataque, no fueron suficientes para cambiar el rumbo.
Al final, Estados Unidos ganó su 17ª medalla de oro olímpica, confirmando su supremacía en el mundo del baloncesto. Individualmente, jugadores como Kevin Durant y LeBron James siguen ampliando sus prestigiosos récords, mientras Stephen Curry celebra su primera medalla olímpica a la edad de 36 años.
Para los franceses, esta derrota en la final marca el abandono internacional de Nicolas Batum y Nando de Colo, que se inclinaron brillantemente al ganar una segunda medalla de plata. Por otro lado, el joven prodigio Victor Wembanyama ya está mostrando todo su potencial al ganar su primera medalla con la selección francesa.
El futuro parece prometedor para el baloncesto francés, con talentos emergentes dispuestos a afrontar nuevos retos. La pregunta sigue siendo: ¿conseguirán algún día los ‘bleus’ derrotar a los gigantes americanos en la final olímpica? Responda dentro de cuatro años, en Los Ángeles, donde la historia del baloncesto mundial tal vez escriba un nuevo capítulo apasionante.