La lucha contra la corrupción: el llamado a la integridad y la fe

**La lucha contra la corrupción: un llamado a la integridad y la fe**

En un mundo donde la corrupción se ha vuelto algo común, el llamado a la integridad y la fe sigue siendo más relevante que nunca. El reverendo Adeboye, conocido cariñosamente como Daddy G.O. por miembros del RCCG, abordó recientemente este tema en un sermón pronunciado durante el servicio de la Cena del Señor durante la convención anual de la iglesia, enfocándose en el tema del «Cielo».

El destacado predicador señaló que la corrupción se ha extendido en la sociedad porque la mayoría de los cristianos, que se supone que son un pueblo especial y marcan la diferencia, han comprometido sus valores. Advirtió a los fieles cristianos contra la adopción de un estilo de vida de doble rasero y los instó a mantener los estándares establecidos por el Todopoderoso.

Se han planteado dudas sobre la profundidad de la corrupción en Nigeria, destacando la falta de diferencias visibles entre los cristianos y el resto de la sociedad. Adeboye enfatizó la importancia de ser brillantes como la luz, ser diferentes de los demás en nuestro comportamiento y carácter, y no comprometer nuestras creencias por ganancias terrenales.

En su discurso, Adeboye compartió una anécdota edificante sobre la integridad de una de sus “hijas espirituales”. A este último se le ofreció un contrato para renovar una carretera en un estado de Nigeria, con la condición de pagar el coste del proyecto. Ante esta petición inmoral, la joven se negó a comprometer su fe y prefirió renunciar al ofrecimiento. Su negativa despertó asombro y admiración, mostrando la rareza y el valor de la integridad en un mundo marcado por la corrupción.

También se compartió la historia de otra experiencia similar, que destaca la tentación de ceder ante la corrupción incluso cuando las circunstancias parecen favorables. Ante la presión de recibir dinero por el trabajo ya realizado, otra “chica espiritual” se negó a traicionar sus principios y optó por seguir siendo honesta a pesar de los incentivos en sentido contrario.

Estos ejemplos concretos ilustran el dilema moral que enfrentan muchos cristianos en un contexto de corrupción generalizada. El llamado de Adeboye a ser «personas especiales» y a encarnar la pureza y la luz en un mundo oscuro resuena como una advertencia y un estímulo para permanecer fiel a los propios valores, incluso a costa del sacrificio personal.

En conclusión, la lucha contra la corrupción requiere no sólo leyes e instituciones efectivas, sino también personas íntegras y leales a sus valores. El ejemplo dado por estos “hijos espirituales” de Daddy G.O. nos recuerda la importancia de permanecer firmes en nuestra fe, incluso cuando las fuerzas del compromiso son grandes. Que todos seamos fuentes de luz e integridad, reflejando la pureza y la justicia de Dios en un mundo plagado de corrupción y decadencia.

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