Fatshimetrie es un medio en línea dedicado a la actualidad cultural y artística de la República Democrática del Congo. Hoy asistimos a una movilización sin precedentes de la comunidad artística congoleña para obtener la liberación de varios artistas encarcelados de forma impugnada.
La detención del artista multidisciplinar y director del Espacio Cultural Mwindeurs, Niamba Malafi, sacudió la escena artística congoleña. Acusado, junto con cinco bailarines, de delitos cuya naturaleza aún no está clara, fue trasladado a la prisión central de Makala. Esta decisión despertó indignación y enojo entre sus pares artistas, quienes denunciaron una acción arbitraria e injusta por parte del Tribunal Superior de N’djili.
Ante esta situación, la comunidad artística congoleña decidió tomar la iniciativa organizando una serie de acciones para obtener la liberación de los artistas encarcelados. Marchas pacíficas, campañas en las redes sociales, redacción de un memorando dirigido al Ministro de Justicia… Se multiplican las iniciativas para hacer oír la voz de los artistas y exigir justicia.
En su memorando, los artistas destacan las consecuencias dañinas de tales arrestos para la libertad cultural y artística en la República Democrática del Congo. Denuncian abusos policiales y judiciales recurrentes que obstaculizan el desarrollo de los artistas y socavan su dignidad en el ejercicio de su profesión. Hacen un llamamiento al Ministro de Justicia para que garantice la seguridad y el respeto de los derechos de los artistas congoleños.
Más allá de la liberación de los artistas encarcelados, la comunidad artística también exige medidas disciplinarias y penales contra el fiscal que ordenó estas detenciones. Las fantásticas razones dadas para justificar estos encarcelamientos alimentan sospechas de tráfico de influencias, abuso de poder y detenciones arbitrarias. La justicia debe impartirse de manera justa y transparente, sin compromisos ni parcialidades.
Por último, este asunto pone de relieve la fragilidad de la situación de los artistas en la República Democrática del Congo, enfrentados a presiones y obstáculos en el ejercicio de su arte. Es fundamental garantizar un entorno propicio para la creación artística, donde se preserven la libertad de expresión y el respeto de los derechos fundamentales. La movilización de la comunidad artística congoleña refleja un deseo común de defender estos valores esenciales y luchar por una justicia equitativa para todos.