El territorio de Lubero, situado en la provincia de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo, fue recientemente escenario de importantes manifestaciones, orquestadas por los habitantes del grupo Mwenye. De hecho, este último decidió observar varios días de ciudades fantasma para denunciar el creciente activismo de los milicianos de la Unión de Patriotas para la Liberación del Congo (UPLC).
Estas jornadas de movilización fueron cuidadosamente planificadas y organizadas por actores de la sociedad civil local, que se esfuerzan por hacer oír la voz de la población ante los actos de violencia perpetrados por los milicianos. La situación ha empeorado aún más recientemente, con un ataque mortal que costó la vida a dos civiles inocentes.
Los residentes de Mwenye no sólo viven con miedo a los ataques, sino que también son objeto de extorsión periódica por parte de las milicias. Estos últimos no dudan en utilizar la tortura para obligar a los residentes a pagar sumas de dinero exorbitantes. Además, las barreras ilegales colocadas por los milicianos obstaculizan el movimiento de la población y perturban gravemente la vida cotidiana de los habitantes de la región.
Ante esta escalada de violencia e inseguridad, la sociedad civil de Mwenye pide al gobierno que despliegue fuerzas de seguridad en la región. Es urgente restablecer el orden y la paz para garantizar la seguridad de las poblaciones locales y poner fin a los abusos cometidos por los milicianos de la UPLC.
Es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas firmes para poner fin a esta espiral de violencia e impunidad. Los residentes de Mwenye merecen vivir en paz, en un entorno seguro donde se respeten sus derechos fundamentales. Ya es hora de actuar para poner fin al sufrimiento y las injusticias que sufren estas comunidades afectadas por la violencia armada.