En la era actual de revolución digital y el auge de las plataformas de música en streaming, el sector musical en Nigeria se enfrenta a prácticas de manipulación de las cifras de difusión, lo que plantea un gran desafío para los artistas y los sellos discográficos nacionales.
Sin lugar a dudas, la transmisión de música ha abierto nuevas vías para la música nigeriana en el escenario internacional, proporcionando un escaparate global para artistas talentosos. Sin embargo, este desarrollo también ha introducido un nuevo desafío: la tentación de inflar artificialmente las cifras de escucha para ganar mayor visibilidad y reconocimiento.
Esta carrera por los números y las clasificaciones ha creado un problema de «stream farming» en la industria musical nigeriana, donde artistas y sellos buscan manipular las estadísticas de streaming para aumentar su popularidad. Estas prácticas han ido transformando poco a poco los charts de las plataformas de streaming en un terreno fértil para la manipulación y el marketing engañoso.
Los principales actores del streaming de música, como Apple Music y Spotify, han respondido poniendo en marcha medidas para combatir esta manipulación de las cifras. Invierten mucho en tecnologías de vigilancia para detectar intentos de fraude y realizan auditorías exhaustivas para garantizar la autenticidad de las escuchas telefónicas.
Apple Music, por ejemplo, ha creado un equipo dedicado responsable de monitorear constantemente las actividades de transmisión en todo el mundo. Spotify, por su parte, comprueba las escuchas en tiempo real para evitar cualquier manipulación de los rankings.
Pese a estos esfuerzos de las plataformas de streaming, algunos críticos creen que su actuación puede resultar insuficiente. Parece que las estrellas más pequeñas son las más afectadas por estas medidas, mientras que los artistas más grandes, con mayores medios económicos, son más capaces de eludir los controles.
Para combatir verdaderamente el fenómeno del «stream farming», es fundamental que las plataformas de música en streaming ataquen también a los artistas de renombre internacional que participan en estas manipulaciones. Dejar fuera de línea las canciones falsas, acompañado de penalizaciones y sanciones financieras, enviaría un mensaje contundente a la industria y ayudaría a restaurar la integridad de las listas musicales.
En última instancia, la responsabilidad principal de detener la manipulación del streaming recae en los propios artistas, sellos y distribuidores. Al negarse a participar en estas prácticas fraudulentas, ayudarían a preservar la equidad y autenticidad de la industria musical nigeriana, por el bien de todas las partes interesadas involucradas.