La reciente serie de deserciones del Congreso de Todos los Progresistas (APC) al Partido Democrático Popular (PDP) en el estado de Edo, Nigeria, ha despertado un mayor interés entre los votantes y observadores políticos. Las acciones del gobernador saliente, Godwin Obaseki, y sus esfuerzos por fortalecer la posición del PPD de cara a las elecciones gubernamentales del 21 de septiembre han sido ampliamente elogiados por sus partidarios.
Las deserciones, especialmente las de miembros influyentes como Sidney Egede, líder del APC en la localidad, fueron vistas como un golpe al partido gobernante en la región. Su transición al PPD, bajo el liderazgo de Oluwole Uzzi, Fiscal General del estado y Comisionado de Justicia, ha fortalecido la posición del candidato del PPD, Asue Ighodalo, en la carrera por la gobernancia.
Los partidarios del PPD ven estas manifestaciones como una oportunidad única para consolidar su apoyo y aumentar sus posibilidades de victoria. Las cualidades y competencia de Ighodalo y su compañero de fórmula, Osarodion Ogie, se destacan como activos importantes para suceder a Obaseki y continuar el desarrollo del estado.
Los defensores de Obaseki destacan su recorrido y su compromiso con el desarrollo de la región, destacando sus acciones concretas para mejorar las condiciones de vida de la población de Edo. Rechazan las críticas de que es ignorante y enfatizan los profundos vínculos que tiene con la comunidad local.
Como asesor especial del gobernador para proyectos mediáticos, Crusoe Osagie, también oriundo del distrito afectado, destaca la importancia de estas manifestaciones y afirma que la supremacía política del APC en la región se ha visto seriamente cuestionada.
Como motivo de su decisión se citaron los motivos de los desertores, como la no selección de candidatos competentes y populares dentro del APC para el cargo de gobernador. También destacan las cualidades de personalidades como Osagie Ize-Iyamu y David Imuse, que no consiguieron la candidatura del partido gobernante.
En general, estos eventos políticos resaltan los problemas cruciales que enfrenta Nigeria en el período previo a las elecciones, destacando la complejidad de las alianzas, los intereses y las aspiraciones de los actores políticos locales. La carrera por la gobernanza de Edo promete ser apasionante y decisiva para el futuro de la región y sus habitantes.