El 35.º año de la Iglesia Ministerial Montaña de Fuego y Milagros se celebró a lo grande el domingo 18 de agosto de 2024. En el evento histórico, el Reverendo reveló que continuaría la tradición de regalar automóviles a los graduados de primera clase de la iglesia, una tradición Comenzó en 2011 a alentar a los jóvenes de la iglesia a trabajar aún más duro por la excelencia.
El Supervisor General entregó autos de regalo a 492 miembros de la clase de graduación de la iglesia, destacando el compromiso de la iglesia de apoyar y alentar el éxito académico de sus jóvenes. Esta iniciativa tiene como objetivo animar a los jóvenes a sobresalir y esforzarse por alcanzar la excelencia en sus estudios.
El tema de la convención del aniversario de tres días fue “Poder de lo alto”, que comenzó el 16 de agosto y finalizó el domingo con un servicio de acción de gracias y comunión. Este evento fue una oportunidad para que los fieles se reunieran y celebraran la fidelidad de Dios a lo largo de los años.
Hablando en el importante evento, Olukoya dijo: “Alentamos a estos jóvenes a trabajar duro. Creo que MFM tiene el mayor número de graduados de primera clase en Nigeria. En 2011, el Señor estableció un programa para animar a los jóvenes. a cualquier miembro de MFM que obtuviera una muy buena distinción se le ofrecería un coche Diecinueve estudiantes obtuvieron una muy buena distinción ese año, y yo les ofrecí coches J «Continuamos esta tradición en los años siguientes, pero el creciente número de beneficiarios requirió una adaptación. Esto inspiró a los estudiantes de MFM a redoblar sus esfuerzos y luchar por la excelencia».
Esta medida para recompensar los logros académicos de los miembros más jóvenes de la iglesia es encomiable y muestra el compromiso de la iglesia de apoyar y alentar el éxito de las generaciones más jóvenes. Este es un testimonio de la visión del fundador de la iglesia de una comunidad próspera y próspera.
En conclusión, la celebración del 35 aniversario de la iglesia Ministerio Montaña de Fuego y Milagros estuvo marcada por momentos de reconocimiento, regocijo y aliento hacia los jóvenes académicos de la iglesia. Esta tradición de recompensar la excelencia académica ilustra el compromiso de la iglesia con la educación y el desarrollo de jóvenes talentos, un ejemplo a seguir en la promoción de la excelencia y el logro personal.