Desastre por inundaciones en Chad: el llamado urgente a la solidaridad

Fatshimetria

Chad se encuentra una vez más bajo el yugo implacable de los elementos naturales, mientras las recientes lluvias torrenciales caen sobre la capital y varias provincias del país. La aislada región de Tibesti, situada en el extremo desierto del norte de Chad, se ve especialmente afectada por este devastador mal tiempo. Las inundaciones que comenzaron el 9 de agosto continúan sembrando desolación y dejando tras de sí un saldo sombrío en vidas humanas.

La devastación material es indescriptible y el número de víctimas sigue aumentando en la vasta región de Borkou, Ennedi y Tibesti (BET). En la provincia de Tibesti, más de 70 personas perdieron la vida, dejando a las comunidades en la desesperación. Sougui, una de las víctimas de las inundaciones, da testimonio de la magnitud del desastre: «Estamos sumergidos por las aguas, sumidos en una desolación total. La lluvia arrasó con todo, provocando el colapso de nuestras casas y nuestros negocios. Incluso el hospital provincial fue engullido por el agua.»

La situación es tanto más preocupante cuanto que el acceso a las regiones afectadas es extremadamente difícil, lo que despierta la emoción y la solidaridad de muchos agentes humanitarios. Brahim Edji Mahamat, presidente de la asociación para la consolidación de la paz y el desarrollo humano en el Sahel, expresa su preocupación por una situación que califica de casi apocalíptica: «Aún no ha llegado ninguna ayuda, ni del gobierno ni de las organizaciones humanitarias, la inaccesibilidad de las zonas afectadas, ya sea por tierra o de otro modo, explica en parte este retraso.

Además del desafío humanitario, las autoridades locales enfrentan otra amenaza: la inundación ha dejado al descubierto miles de minas explosivas, un legado de conflictos pasados ​​en la región. Ante esta crítica situación, las autoridades locales lanzan un llamamiento urgente a las ONG humanitarias y esperan la ayuda gubernamental que debería llegar por vía aérea en los próximos días.

Las inundaciones en Chad, más que un simple fenómeno natural, revelan las fallas del sistema de respuesta a emergencias y ponen de relieve los desafíos que enfrentan las poblaciones en las regiones más remotas del país. Ante esta alarmante situación, la movilización de todos los actores, ya sean locales, nacionales o internacionales, es más necesaria que nunca para brindar una respuesta humanitaria adecuada y prevenir nuevas tragedias.

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