El continente africano se enfrenta actualmente a una grave crisis sanitaria debido a la propagación de la epidemia de Monkeypox, más conocida como Mpox. Esta enfermedad, causada por el virus de la viruela simica, ha adquirido proporciones preocupantes en la República Democrática del Congo, donde se han registrado casi todos los casos.
El brote de Mpox generó una reacción en cadena internacional, lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia de salud pública internacional. Esta decisión fue reforzada por la declaración del Centro Africano para la Vigilancia y Prevención de Enfermedades (Africa CDC) que califica la epidemia de emergencia de salud pública a nivel continental.
Ante esta crítica situación, la 44ª Cumbre de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) se celebró en Harare, Zimbabwe, y llamó a los Estados miembros a fortalecer sus medidas de vigilancia, prevención y control para frenar la propagación de la enfermedad. La solidaridad regional quedó demostrada dentro de la SADC, que apoyó expresamente a los países afectados por la epidemia y pidió la movilización de recursos para una respuesta colectiva y coordinada.
El gobierno congoleño, a través del Ministerio de Salud Pública, Higiene y Bienestar Social, ha implementado una estrategia de respuesta centrada en la sensibilización, la prevención y el tratamiento. La sensibilización del público es un elemento clave de esta estrategia, al igual que la necesidad de proporcionar dosis de vacunas para una proporción significativa de la población. El ministro de Salud Pública, Higiene y Bienestar Social, Roger Kamba, insiste en la importancia de la prevención para frenar la epidemia de viruela simica.
Mpox, aunque poco conocido por el público en general, representa una grave amenaza debido a su transmisión por contacto directo con personas o animales infectados. Endémica en África central y occidental desde la década de 1970, la enfermedad ha experimentado una rápida expansión global en los últimos años, lo que pone de relieve la importancia de la preparación y la capacidad de respuesta de los organismos de salud pública.
En conclusión, la epidemia de viruela del simio en África requiere una respuesta colectiva y coordinada por parte de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales. La prevención, la sensibilización y la movilización de recursos son pilares esenciales para controlar y detener la propagación de esta enfermedad. Es esencial una estrecha cooperación entre los países afectados y los socios internacionales para superar esta crisis sanitaria y proteger la salud de las poblaciones en África y más allá.