En julio de 2024, el espinoso tema de los subsidios al combustible en Nigeria sigue generando debate y controversia entre la población nigeriana. Después de que el presidente Bola Tinubu anunciara la eliminación del subsidio al combustible en su discurso de toma de posesión el 29 de mayo de 2023, los efectos se sintieron casi de inmediato. El precio del combustible se disparó de 185 nairas por litro a más de 600 nairas en el espacio de una semana en Lagos. El repentino aumento provocó escasez de combustible y colas interminables en las gasolineras, alimentadas por la ansiedad de los consumidores que se apresuraban a repostar.
El argumento para eliminar el subsidio al combustible se basa en la idea de que el sistema benefició principalmente a unos pocos magnates del petróleo que compraron combustible a un precio subsidiado en Nigeria para revenderlo en el extranjero. Esta visión fue ampliamente aceptada por los nigerianos, que vieron la iniciativa como una solución mágica para los problemas crónicos de suministro de combustible del país. A diferencia de la reacción contra una medida similar de la administración del ex presidente Goodluck Jonathan en 2012, los nigerianos apoyaron en gran medida la decisión de Tinubu.
A pesar de las dificultades económicas provocadas por las políticas del Presidente Tinubu, los nigerianos han seguido comprando combustible a más de 600 nairas por litro con la esperanza de precios más bajos en el futuro. Sin embargo, en una nueva crisis de escasez de combustible en octubre de 2023, la Asociación de Personal Superior de Petróleo y Gas Natural de Nigeria reveló que el subsidio al combustible se reintrodujo de manera clandestina, a pesar de las negativas de la Nigerian National Petroleum Company Limited (NNPCL).
El director general de NNPCL, Mele Kyari, reiteró la posición de Tinubu diciendo que la subvención había desaparecido y que la empresa estaba recuperando todos los costes de los productos importados. Sin embargo, la Asociación Independiente de Comercializadores de Petróleo de Nigeria cuestionó esta afirmación, acusando a Kyari de mentir sobre el subsidio al combustible.
Frente a estas controversias, la cuestión de la presencia o ausencia de subsidios a los combustibles en Nigeria sigue siendo un tema candente. Con el costo del combustible alcanzando niveles récord, el gobierno se enfrenta a un importante dilema político que adoptar para garantizar el suministro de combustible a precios asequibles para los nigerianos.
Por lo tanto, la cuestión de los subsidios a los combustibles en Nigeria sigue siendo un desafío importante, con importantes implicaciones económicas y sociales para el país. Es esencial que las autoridades logren un equilibrio entre la necesidad de subsidiar el combustible para garantizar un acceso equitativo a la energía y la realidad de los costos inherentes a esta política.. Mientras tanto, los nigerianos siguen enfrentándose a una escasez esporádica de combustible, lo que deja a algunos ciudadanos vulnerables a las prácticas de los comerciantes informales.