**Fatshimetrie: una tragedia evitable en el río Lukenie**
El reciente naufragio en el río Lukenie ha despertado la indignación y la tristeza de toda la población congoleña. Las circunstancias de esta tragedia plantean muchas dudas sobre la seguridad del transporte fluvial en la región y la responsabilidad de las autoridades.
El obispo de Inongo, monseñor Donatien Bafuidinsoni, destacó en una conmovedora declaración que este desastre podría haberse evitado. Señaló las franjas de arena sin marcar que constituyen obstáculos a la navegación, así como la ausencia de balizas para los barcos. Esta precaria situación se ve agravada por la navegación nocturna, la sobrecarga de los barcos y las prácticas cuestionables de las autoridades fluviales.
Es alarmante observar que a pesar de los repetidos llamamientos de miembros de la sociedad civil, las autoridades siguen ciegas ante las precarias condiciones en las que viajan los pasajeros. Las promesas de reforma siguen siendo letra muerta, lo que deja el campo abierto a repetidas tragedias.
Por ello, monseñor Bafuidinsoni hace un llamamiento a la responsabilidad de los empresarios filantrópicos para proporcionar a la provincia embarcaciones seguras y fiables. También insta a las autoridades a tomar medidas concretas para garantizar la seguridad de los barcos y de los pasajeros.
Ya es hora de que las nuevas autoridades de la región de Mai-Ndombe se tomen en serio la cuestión del transporte fluvial. Se deben tomar medidas drásticas para poner fin a las prácticas negligentes y peligrosas que conducen a estas tragedias evitables.
En conclusión, el naufragio en el río Lukenie es un doloroso ejemplo de las fallas del sistema de transporte fluvial en la República Democrática del Congo. Se necesitan medidas urgentes para evitar más desastres y garantizar la seguridad de los pasajeros. Esperemos que esta tragedia sirva de catalizador para reformas profundas en este sector vital de la economía congoleña.