El domingo 25 de agosto de 2024 quedará grabado en la memoria de los habitantes de la comuna de Kenia, debido a la violencia ocurrida en la basílica de Sainte-Marie. Se produjeron enfrentamientos entre jóvenes de la Unión Nacional de Federalistas del Congo (UNAFEC), que desembocaron en incomprensibles escenas de violencia en un lugar de culto.
Según los testimonios del padre Médard Kabamba, párroco de la parroquia de Sainte-Marie, los fieles presentes en una misa en memoria del difunto Antoine Gabriel Kyungu wa Kumwanza fueron el objetivo de los jóvenes perturbadores. Mujeres, niños y otros fieles resultaron heridos en circunstancias espantosas. El abad lamenta el importante número de heridos, especialmente casos graves que requieren tratamiento médico urgente.
La violencia verbal y física mostrada por estos jóvenes conmocionó profundamente a la comunidad local. Los fieles, que acudieron con espíritu de meditación y oración, se enfrentaron a una situación inesperada y traumática. Los daños materiales, con bancos y sillas rotas, atestiguan la violencia de los enfrentamientos.
Héritier Kyungu, hijo del fallecido Antoine Gabriel Kyungu wa Kumwanza y líder juvenil de UNAFEC, condenó enérgicamente estos actos de violencia. Denunció la falta de respeto hacia Dios y hacia los fieles presentes en la misa. Las escenas de mujeres desnudándose fueron particularmente impactantes e indignas.
Los acusados, miembros del campo de Lungange, rechazan las acusaciones y las califican de trampa. Según George Mawine, el ministro saliente del Interior, Peter Kazadi, está detrás de estos disturbios. En el seno de la UNAFEC parece reinar una atmósfera de rivalidad y tensiones internas que no excusa en modo alguno la violencia observada en la basílica de Santa María.
Estos trágicos acontecimientos resaltan la necesidad de un diálogo pacífico y respeto mutuo dentro de las comunidades. El lugar de culto, lugar sagrado para muchos creyentes, debe seguir siendo un santuario de paz y contemplación. Es de esperar que se tomen medidas para prevenir situaciones similares en el futuro y promover la coexistencia armoniosa entre diferentes grupos.
En definitiva, estos enfrentamientos en la basílica de Santa María, en la comuna de Kenia, nos recuerdan la importancia de la tolerancia y el respeto mutuo, valores esenciales para la construcción de una sociedad pacífica e inclusiva.