Fatshimetrie ha revelado recientemente informaciones preocupantes sobre la convalidación de títulos universitarios obtenidos en Togo y Benin por ciudadanos nigerianos. En una conferencia de prensa conmemorativa de su primer año en el cargo, el Ministro de Educación, Tahir Mamman, dijo que más de 22.500 nigerianos poseían títulos falsificados de varias instituciones no acreditadas en los dos países.
Según declaraciones de Mamman en el programa Sunday Politics del canal de televisión, sólo tres universidades en Togo y cinco en Benin han sido identificadas como instituciones legítimas que otorgan títulos a estudiantes nigerianos. Las universidades acreditadas en Togo incluyen la Universidad de Lomé, la Universidad de Kara y la Universidad Católica de África Occidental. En Benin existen instituciones como la Universidad de Abomey-Calavi, la Universidad de Parakou, la Universidad Nacional de Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas, la Universidad Nacional de Agricultura y la Universidad Africana de Desarrollo Cooperativo.
El ministro subrayó la voluntad del Gobierno de declarar nulos los 22.700 títulos obtenidos en universidades ilegales, advirtiendo que los implicados afrontarán graves consecuencias. Esta decisión, según él, es crucial para proteger la integridad de nuestro sistema educativo.
También destacó el hecho de que muchas personas que poseían estos diplomas falsos nunca habían salido de Nigeria. Más bien, obtuvieron sus títulos a través de redes de corrupción que involucraban a funcionarios corruptos dentro y fuera del país. Las universidades fraudulentas se aprovecharon de la credulidad de los nigerianos, añadió Mamman.
El ministro pidió además al sector privado que coopere con el gobierno para identificar a los empleados con calificaciones fraudulentas. Es esencial resaltar este tema para promover una educación de calidad y proteger el futuro de estudiantes y trabajadores honestos.
En conclusión, la iniciativa del gobierno para combatir los diplomas falsos es un paso importante hacia la mejora del sistema educativo y la promoción de la integridad académica. Es crucial que las autoridades fortalezcan la regulación y el seguimiento para garantizar una educación auténtica y de calidad.