Fatshimetrie es una publicación audaz e impactante que analiza la alarmante realidad de la contaminación extrema en Bangladesh, resultado directo de actividades humanas irresponsables. Este país, alguna vez magnífico por su exuberante naturaleza, trágicamente se encuentra clasificado como el país más contaminado del mundo, fuertemente afectado por las emisiones internas provenientes de la quema de combustibles sólidos, vertidos industriales, aguas residuales y contaminantes agrícolas.
En el centro de esta crisis se encuentra Bangladesh, cuyo nivel promedio de partículas (PM) 2,5 alcanza los 74 microgramos por metro cúbico, superando con creces los niveles registrados en India, China y Estados Unidos. Estas alarmantes cifras pintan un panorama sombrío de la calidad del aire en este país donde cada residente enfrenta una pérdida estimada de 6,8 años de vida debido a la contaminación.
Las razones de esta desastrosa situación son múltiples y están profundamente arraigadas en prácticas ineficientes e insostenibles. La quema regular de combustibles sólidos como el carbón y la madera, especialmente en las zonas rurales, contribuye significativamente a la contaminación del aire interior y exterior, poniendo en peligro la salud y el bienestar de la población.
Además, la gestión inadecuada de los residuos empeora la situación, ya que las aguas residuales industriales y los residuos no tratados contaminan las vías fluviales, afectando no sólo a la salud de los residentes sino también a la biodiversidad, los ecosistemas y la agricultura. Las prácticas industriales como la liberación de sustancias químicas peligrosas y el uso intensivo de pesticidas y fertilizantes también contribuyen al deterioro de la calidad del aire, el agua y el suelo.
Otro factor importante que contribuye a la contaminación es la obsoleta flota de vehículos de Bangladesh, con una gran proporción de automóviles y autobuses en uso durante muchos años. Estos vehículos más antiguos contribuyen significativamente a la degradación de la calidad del aire debido a la combustión incompleta del combustible y la emisión de gases nocivos como el dióxido de nitrógeno.
Las consecuencias de esta crisis de contaminación son devastadoras, con importantes impactos ambientales y de salud. Según un informe del Banco Mundial, la contaminación del aire y del agua y la exposición al plomo causan 272.000 muertes evitables y 5.200 millones de días de enfermedad en Bangladesh cada año. La contaminación del aire interior y exterior es particularmente mortal y contribuye al 55% de las muertes prematuras, mientras que el envenenamiento por plomo causa una pérdida anual de 20 millones de puntos de coeficiente intelectual en los niños.
Ante esta crisis ambiental y sanitaria sin precedentes, es imperativa una acción urgente y concertada para revertir la tendencia y proteger la salud y el bienestar de las generaciones actuales y futuras en Bangladesh.. Es hora de actuar con determinación y responsabilidad para preservar el medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para todos.