**Nigeria y Níger fortalecen su cooperación en materia de seguridad a pesar de las tensiones posteriores al golpe**
El fantasma del golpe de Estado ocurrido en Níger en julio de 2023, que provocó la destitución del presidente Mohamed Bazoum, ha dejado cicatrices en las relaciones entre Nigeria y Níger. Sin embargo, se firmó un nuevo acuerdo de cooperación en materia de seguridad entre los dos países, con el objetivo de fortalecer la estabilidad y la seguridad regionales.
Anunciado por el ejército nigeriano el pasado jueves, este acuerdo tiene una importancia crucial para la consolidación de las relaciones bilaterales y la defensa de los intereses comunes en la región. Los jefes de Defensa de los dos países rubricaron el pasado miércoles el memorando de entendimiento en Niamey, capital de Níger, demostrando su voluntad de relanzar y reforzar su colaboración en el ámbito de la seguridad.
Ante la exacerbación de las tensiones regionales y el aumento del poder de los grupos terroristas, esta iniciativa es de suma importancia para contrarrestar las amenazas que pesan sobre la estabilidad y la seguridad en la región. Además, marca un punto de inflexión en las relaciones entre Nigeria y Níger, que habían quedado dañadas tras el golpe de Estado ocurrido el año anterior.
Nigeria y Níger se comprometen, a través de este acuerdo, a cooperar estrechamente para afrontar los desafíos de seguridad comunes y luchar juntos contra todas las formas de terrorismo y extremismo violento. Esta cooperación mejorada también debería ayudar a restablecer la confianza mutua entre los dos países y consolidar la paz y la seguridad en la región.
A pesar de las tensiones tras el golpe de Estado en Níger y las diferencias dentro de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), este acuerdo marca un paso importante hacia el restablecimiento de una cooperación fructífera entre Nigeria y Níger para el bienestar y la seguridad de la poblaciones de la región.
En conclusión, esta nueva alianza de seguridad entre Nigeria y Níger abre nuevas perspectivas de cooperación en la lucha contra el terrorismo y la promoción de la paz y la estabilidad en África Occidental. Demuestra el deseo de los dos países de superar diferencias pasadas y unirse frente a desafíos de seguridad comunes, en el mejor interés de la región.