El reciente caso de Amaka Patience Sunnberger ha provocado una fuerte reacción de varias autoridades y organizaciones, destacando declaraciones alarmantes que incitan a la violencia contra los grupos étnicos yoruba y edo en Nigeria. Los llamamientos a un genocidio masivo mediante el envenenamiento de los suministros de agua y alimentos han conmocionado y preocupado profundamente a muchas personas.
Ante esta situación, Abike Dabiri-Erewa, presidente de la Comisión de Nigerianos en la Diáspora (NiDCOM), publicó una foto de esta ciudadana nigeriana radicada en Canadá, Amaka Patience Sunnberger, el miércoles 28 de agosto. Indicó también que esta última había eliminado su cuenta de TikTok y que nigerianos establecidos en Canadá la habían denunciado oficialmente ante las autoridades competentes. Esta rápida respuesta pone de relieve la importancia de tratar estas declaraciones con seriedad y tomar las medidas adecuadas.
Mientras tanto, la Cámara Verde dirigió una petición a Su Excelencia James Christoff, Alto Comisionado de Canadá en Nigeria, firmada conjuntamente por el Excmo. Biodun Omoleye, presidente del Grupo Parlamentario de Amistad Nigeria-Canadá, y el Excmo. Tochukwu Chinedu Okere, presidente del Comité de Asuntos de la Diáspora de la Cámara de Representantes. Los parlamentarios expresaron su profunda preocupación por la gravedad de los comentarios de Sunnberger, señalando que no sólo pusieron vidas en peligro, sino que también violaron varias leyes internacionales, canadienses y de Ontario.
Esta petición pide al gobierno canadiense que emprenda cuatro acciones específicas: una investigación exhaustiva de las acciones de Sunnberger, un procesamiento conforme a las secciones pertinentes del Código Penal de Canadá, una condena pública de sus comentarios y la colaboración con las autoridades nigerianas para evitar cualquier posible escalada de violencia. .
En un comunicado reciente, la organización Ohanaeze Ndigbo Worldwide aclaró que la mujer que amenazó de muerte contra los pueblos yoruba y edo no era de origen igbo. La organización subrayó que no había pruebas suficientes para confirmar la identidad de esta persona como igbo, e insistió en que sus acciones no reflejaban los valores igbo de reflexión, discreción, moderación y estabilidad.
Es esencial condenar enérgicamente ese discurso de odio y promover la tolerancia, el respeto mutuo y la coexistencia pacífica entre diferentes comunidades. Las autoridades competentes deben tomar medidas estrictas para prevenir cualquier forma de violencia basada en el origen étnico y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos, independientemente de su origen.