El tema de la fertilidad y la concepción puede plantear muchas preguntas, especialmente para quienes exploran su sexualidad y buscan comprender cómo ocurre el embarazo. Una de las preguntas frecuentes es si se puede quedar embarazada tragando esperma. Es importante desacreditar esta creencia y explicar el proceso real de concepción.
El embarazo ocurre cuando el espermatozoide de un hombre se encuentra y fertiliza el óvulo de una mujer. Esto suele ocurrir durante el sexo vaginal, donde los espermatozoides viajan a través de la vagina de la mujer hasta el útero. Si hay un óvulo presente, puede ocurrir la fertilización. Luego, el óvulo fertilizado se adhiere a la pared del útero, iniciando el proceso del embarazo. Para que se produzca un embarazo, el espermatozoide y el óvulo deben encontrarse en un ambiente específico: dentro del sistema reproductor femenino.
En cambio, cuando se ingiere el semen pasa al aparato digestivo y no al aparato reproductor. El sistema digestivo incluye la boca, el esófago, el estómago y los intestinos. Estos órganos procesan alimentos y líquidos, los descomponen y absorben nutrientes. A diferencia del sistema reproductivo formado por partes como el útero, los ovarios y las trompas de Falopio, donde se encuentran los espermatozoides y los óvulos.
El semen ingerido sufre el mismo proceso digestivo que cualquier otro alimento o bebida. Los ácidos y las enzimas del estómago descomponen los espermatozoides, tal como lo hacen con los alimentos. Debido a que los espermatozoides no entran en contacto con los órganos reproductivos, no pueden encontrarse con un óvulo ni provocar un embarazo.
Es imposible quedar embarazada de esta manera, porque el embarazo requiere que los espermatozoides ingresen al sistema reproductivo, donde eventualmente encontrará un óvulo. Tragar semen significa que permanece en el tracto digestivo y nunca llega al útero ni a las trompas de Falopio. Estos dos sistemas, digestivo y reproductivo, están completamente separados. No existe una vía para que los espermatozoides viajen desde el estómago hasta el útero.
Incluso si el esperma de alguna manera lograra escapar del tracto digestivo (lo cual no es posible), aún debería sobrevivir el viaje y encontrar un óvulo para fertilizar. La deglución de semen no proporciona estas condiciones y el ambiente ácido del estómago destruiría los espermatozoides antes de que puedan avanzar.
Sólo el contacto directo entre los espermatozoides y los órganos reproductores femeninos puede provocar un embarazo. Disipar mitos y aclarar hechos es esencial para una comprensión precisa de la reproducción humana.