En la región de Yusufari en Nigeria, la desertificación está amenazando gravemente a las comunidades locales, empujando a la gente a abandonar sus tierras originales para buscar refugio en otros lugares. El presidente del municipio, Alhaji Baba Aji, en una entrevista con la Agencia de Noticias de Nigeria (NAN), subrayó que las dunas de arena avanzan inexorablemente, engullendo casas y tierras de cultivo. Esta situación obligó a muchos residentes a refugiarse en el pueblo de Kaska, mientras que otros tuvieron que migrar al pueblo de Nguru para escapar de esta creciente amenaza.
Los pueblos de Tulo-Tulo y Bula-tura, fronterizos con Níger, también se ven afectados por el avance de las dunas de arena, poniendo en peligro la vida de sus habitantes y sus medios de subsistencia. Alhaji Baba Aji expresó su preocupación por la inminente incrustación de los oasis, fuentes vitales de agua en la región, si no se toman medidas urgentes para frenar este flagelo.
El cultivo de caña de azúcar, tomates, mandioca, maní e incluso patatas en los oasis durante la estación seca se ve amenazado por la invasión de las dunas de arena, poniendo en peligro los empleos y los ingresos de muchos residentes. A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales y estatales, así como de las organizaciones no gubernamentales y del proyecto de la Gran Muralla Verde, la situación sigue siendo preocupante. Por ello, Alhaji Baba Aji pide al Gobierno federal que establezca cinturones de protección en la región para contener el avance de las dunas.
Aboga por el establecimiento de un programa de fijación de dunas de arena, que implique la plantación de árboles para proteger las tierras amenazadas. Este programa debe implementarse urgentemente para preservar los oasis y garantizar la seguridad económica de los habitantes. Además, saluda la iniciativa de la gobernadora Mai Mala Buni de asignar equipos e insumos agrícolas a los agricultores locales, ofreciendo así perspectivas de cosechas abundantes a pesar de las condiciones climáticas desfavorables.
Lamentablemente, las inundaciones y la erosión provocadas por las lluvias torrenciales también afectaron a la región, provocando el derrumbe de edificios y la destrucción de cultivos. Frente a estos múltiples desafíos, es imperativo que se tomen medidas concretas y efectivas para proteger a las comunidades locales y preservar su entorno natural. La colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y las partes interesadas locales es esencial para abordar esta crisis y garantizar un futuro sostenible para la región de Yusufari.