El líder de la oposición, Martin Fayulu, planteó recientemente grandes preocupaciones sobre la situación actual en la República Democrática del Congo. Durante un mitin en Kinshasa, criticó duramente la gestión política de la Unión Sagrada, denunciando una serie de graves problemas que afronta el país.
Fayulu destacó la toma de más de 100 localidades congoleñas por parte de Ruanda a través del grupo rebelde M23, así como el aumento de la inseguridad y la delincuencia urbana. Señaló la inestabilidad económica, la caída del poder adquisitivo y el sufrimiento generalizado entre la población. Según él, la Sagrada Unión no defiende los intereses del pueblo congoleño y no garantiza su seguridad y bienestar.
Además, Martin Fayulu subrayó la importancia del respeto de los derechos humanos, citando los casos de dos opositores políticos, Jean-Marc Kabund y Mike Mukebayi, que siguen detenidos por expresar sus opiniones. Denunció la presencia en libertad de personas involucradas en casos de corrupción, al tiempo que criticó la represión de las voces disidentes.
Al regresar de un viaje a Estados Unidos, donde asistió a una convención política, Fayulu comparó la prosperidad observada en otras naciones con la situación caótica que prevalece en la República Democrática del Congo. Destacó la pobreza, la corrupción endémica y la malversación de fondos públicos que aquejan a la sociedad congoleña, y pidió cohesión nacional para sacar al país de esta crisis.
Fayulu advierte así contra el deterioro de la situación social y económica en la República Democrática del Congo y aboga por un cambio político real y una mejor gobernanza. Sus palabras resuenan como un llamado a la acción colectiva para luchar contra la injusticia, la pobreza y la impunidad que socavan a la nación congoleña.