En la provincia de Ituri, precisamente en Mongwalu y en el centro de Mabasa, el inicio del curso escolar parece tener lugar en condiciones precarias para muchas escuelas situadas en zonas rurales, a unos 85 kilómetros al norte de Bunia, en el territorio de Djugu.
De hecho, varias aulas siguen ocupadas por familias de desplazados que tuvieron que huir de los ataques de grupos armados en el sector de Banyali Kilo, hace unos dos meses. Esta preocupante situación repercute directamente en el inicio del curso escolar, impidiendo a muchos estudiantes volver a la escuela y comprometiendo así su derecho a la educación.
Según testimonios locales, los estudiantes que se presentaron este lunes en estas escuelas se vieron obligados a quedarse afuera por falta de aulas disponibles. Esta situación se observa también en algunas escuelas del centro de Mambasa, agravando así las dificultades que enfrentan los estudiantes y profesores en estas zonas ya debilitadas por los recurrentes conflictos armados.
Por lo tanto, el inicio del año escolar promete ser muy lento en varias entidades de los territorios de Djugu y Mambasa debido al contexto humanitario y de seguridad particularmente preocupante que reina en la región. Las autoridades locales y los actores humanitarios deben implementar medidas de emergencia para garantizar el acceso a la educación de todos los niños, desplazados o no, con el fin de preservar su futuro y promover la estabilidad y el desarrollo de la región.
Es fundamental que se implementen rápidamente soluciones concretas para liberar las aulas ocupadas por personas desplazadas, garantizar la seguridad de los establecimientos educativos y permitir que los niños regresen a la escuela en condiciones óptimas. La educación es un derecho fundamental que no debe verse comprometido por conflictos armados y desplazamientos de población, por lo que es imperativo hacer todo lo posible para preservar este patrimonio esencial para el futuro de la provincia de Ituri.