El atípico dúo de turistas estadounidenses Gatsby y Jenkins ha desafiado los límites de la temporalidad para arraigarse en el tejido social de Nigeria, mucho más allá de los límites de su visa de tránsito de 10 días. Su cautivadora historia, revelada durante una entrevista con el creador de contenidos David Nkwa, revela una aventura excepcional que comenzó en 1988 y que continúa hoy, 36 años después.
La elección de estos viajeros de prolongar su estancia se basó en el descubrimiento de una cálida hospitalidad, una infraestructura vial impecable y unas condiciones de vida que consideraban más atractivas que en los Estados Unidos de la época. Pero lo que realmente los mantuvo adelante fue el llamado urgente para salvar a los monos taladro, una especie en peligro de extinción que se encuentra en Nigeria.
Su compromiso con la preservación de la vida silvestre local los llevó a fundar una organización sin fines de lucro, Pandas, que trabaja para criar monos perforadores en las áreas de Bano y Calabar del estado de Cross River. Un profundo amor por la biodiversidad y la convicción de que todo ser vivo, ya sea humano o animal, merece respeto y protección, ha impulsado sus acciones durante décadas.
Gatsby destaca con emoción la cálida acogida de los nigerianos, un pueblo generoso y hospitalario, que selló el vínculo inquebrantable que hoy mantienen con este país. Jenkins, por su parte, explica la elección de establecerse en Calabar, motivada por la presencia de monos perforadores y otras especies raras en la región, lo que proporciona un terreno propicio para sus acciones de conservación e investigación.
En una época en la que la naturaleza africana todavía estaba preservada y era abundante, cuando la densidad de vida silvestre en los bosques era sorprendentemente rica, Nigeria ofrecía un escenario ideal para realizar investigaciones en profundidad. La simplicidad de la vida, la generosidad de las comunidades locales y la riqueza de recursos naturales atrajeron a estos pioneros de la conservación.
En resumen, la historia de Gatsby y Jenkins es una historia de aventuras excepcionales, un profundo apego a la naturaleza y una visión de igualdad entre todas las formas de vida. Su compromiso desinteresado y su determinación de proteger la biodiversidad de Nigeria merecen ser celebrados y seguramente inspirarán a las generaciones futuras a seguir su ejemplo.