El Banco Central del Congo (BCC) está actualmente en el centro del debate tras una conferencia organizada por estudiantes de economía de la Universidad de Kinshasa, en la República Democrática del Congo. Durante este evento, se recomendó al BCC abandonar el sistema Swift y adoptar el de Blockchain en lo que respecta a las monedas digitales.
Esta audaz propuesta surge de Patrick Tonoya Tambwe, investigador Fintech, quien destaca las ventajas de la tecnología Blockchain en términos de confidencialidad e integridad de los datos. De hecho, este sistema combina un libro de contabilidad distribuido y criptografía para garantizar la seguridad de las transacciones.
Blockchain ofrece la posibilidad de realizar transacciones de forma descentralizada, sin pasar por intermediarios. Este enfoque de persona a persona está revolucionando la industria financiera, haciéndola más rápida y segura. Además, la red Blockchain está operativa las 24 horas del día, lo que proporciona mayor flexibilidad y accesibilidad.
Una de las principales razones dadas para alentar al BCC a abandonar el sistema Swift es su lentitud y complejidad. De hecho, el sistema Swift se basa en correspondencias entre bancos, lo que hace que las transacciones sean más largas y restrictivas. Además, el control ejercido por la FED (Banco Central Americano) sobre el sistema Swift plantea cuestiones de soberanía y dependencia.
Al optar por Blockchain, el BCC podría simplificar sus transacciones y fortalecer su soberanía financiera. Este paso hacia una tecnología más moderna y eficiente podría ayudar a impulsar la economía congoleña y facilitar el comercio internacional.
En conclusión, la propuesta de dejar de lado el sistema Swift en favor de Blockchain representa una interesante oportunidad para el Banco Central del Congo. Este cambio no sólo podría mejorar la fluidez de las transacciones, sino también fortalecer la posición del BCC en el escenario financiero internacional. Esperemos que esta recomendación se estudie detenidamente y se aplique en interés de la economía congoleña.