Los trágicos acontecimientos recientes en el estado de Benue reflejan una espiral insostenible de violencia que amenaza la paz y la seguridad de los pueblos de la región. Los actos criminales perpetrados por los supuestos restos de la temida banda liderada por el fallecido Terwase Akwaza, alias Gana, han sumido a la población en un estado de angustia e incertidumbre.
Los jóvenes de la región, agrupados bajo el nombre de ‘Juventud chiíta preocupada por la paz’, han lanzado un grito de alarma enviando una petición urgente a las autoridades policiales. En esta misiva del 15 de julio de 2024 denuncian los asesinatos, secuestros y saqueos perpetrados por los hermanos del fallecido líder de la milicia. Según sus acusaciones, los hermanos de Gana orquestaron ataques sangrientos que resultaron en la muerte de 66 personas. Estos actos de barbarie se remontan en particular a los acontecimientos ocurridos en Gugur Mbahav Michihe, Imande lkpa-Ukur Mbacher y la comunidad Ayati.
La población local está en angustia y pide la intervención de las autoridades de seguridad para poner fin a estos actos criminales. Los jóvenes afirman que los hermanos de Gana heredaron sus armas, sus propiedades y sus hombres, perpetuando así un círculo vicioso de violencia. A pesar de los esfuerzos de las fuerzas del orden por neutralizar a Gana en 2020, sus hermanos tomaron el control formando una nueva banda criminal. Estos individuos sin escrúpulos continuaron perpetrando sus fechorías alquilando armas y orquestando operaciones asesinas dentro de la región.
La situación es alarmante y requiere una respuesta firme de las autoridades pertinentes. Los hermanos de Gana están explotando impunemente el legado criminal de su difunto líder, sembrando el terror y el caos y amenazando las vidas y la seguridad de la población del estado de Benue. La comunidad de ‘Jóvenes chiítas preocupados por la paz’ implora al Inspector General de la Policía que tome medidas decisivas para poner fin a esta violencia endémica antes de que se cobre más víctimas inocentes.
Es fundamental que se haga justicia, se restablezca la paz y los responsables de estos actos atroces rindan cuentas. El futuro del estado de Benue depende de la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. Es hora de actuar, poner fin a la impunidad de los delincuentes y crear un clima de seguridad y confianza para todos los que llaman hogar a esta región.