Los pueblos de Ndraza y Waliba, situados en el territorio de Djugu, en Ituri, han sido escenario recientemente de descubrimientos preocupantes. De hecho, la población local informó del descubrimiento de dos artefactos explosivos sin detonar. Este hallazgo pone de relieve el peligro persistente de la región, marcada por la presencia de grupos armados a pesar de los esfuerzos de pacificación.
Esta triste noticia se suma a una serie de descubrimientos similares, que elevan a diez el número de explosivos desenterrados en diferentes lugares de Djugu desde principios de este año. Según autoridades de protección civil, estos dispositivos fueron abandonados por milicianos pertenecientes a diversos grupos armados que operan en la región.
La presencia de estos artefactos sin detonar plantea una grave amenaza para la población, en particular para las familias que han regresado recientemente a sus aldeas. Estas máquinas representan un riesgo potencial para la seguridad y la vida de los residentes, que se enfrentan a un peligro invisible pero muy real.
Ante esta preocupante situación, el servicio provincial de protección civil ha lanzado un llamado a la vigilancia entre la población. Es fundamental que cada individuo, cada familia, sea consciente de este riesgo y tenga precaución evitando manipular objetos sospechosos. La concienciación y la educación en materia de seguridad se están convirtiendo en cuestiones esenciales para garantizar la protección de todos frente a esta amenaza.
Para responder a la urgencia de la situación, se movilizaron fuerzas de paz nepalesas de la MONUSCO para garantizar la seguridad de la población y llevar a cabo la remoción de minas en las zonas afectadas. Esta colaboración entre las autoridades locales y las fuerzas de mantenimiento de la paz demuestra la importancia de la acción colectiva para enfrentar estos desafíos de seguridad.
En conclusión, el descubrimiento de estos artefactos explosivos sin detonar en Djugu es un recordatorio de la fragilidad de la situación de seguridad en la región. Más que nunca es necesario reforzar las medidas de prevención, sensibilización y protección para garantizar la seguridad y la tranquilidad de los vecinos. Sólo la movilización colectiva y una mayor vigilancia permitirán reducir los riesgos y prevenir nuevas tragedias.