La tragedia de los robos en viviendas continúa atormentando a nuestra sociedad, lo que demuestra la necesidad de fortalecer la seguridad y promover medidas disuasorias más efectivas. Recientemente, el caso de los acusados Lawal, de 18 años, Usman, de 25, Senkikami, de 25, y Useni, de 25, se hace eco de esta inquietante realidad.
Los acusados se enfrentan a cuatro cargos relacionados con robo y hurto de viviendas ante un tribunal de primera instancia de Ado-Ekiti. Según el fiscal, Insp Akinwale Oriyomi, los acusados presuntamente cometieron los delitos los días 5 y 7 de septiembre, a las 2:30 a.m., en la residencia de la víctima, Obebe Michael, ubicada en 3, Irona St., Ado-Ekiti. Se estima que los bienes robados valen 2,6 millones de naira, incluidos cables eléctricos, un cuadro de distribución, un colchón, una estufa de gas con cilindro, un refrigerador Hiace y una barra de hierro.
No solo robaron los bienes, sino que el acusado también dañó el techo, la puerta de vidrio, la red y la caja de distribución, causando daños estimados en 1,5 millones de naira. Además, a uno de los acusados, Useni, se le encontró en posesión de una bombona de gas de 6 kg que se sospechaba era robada.
Estas fechorías contravienen los artículos 322, 302, 354 y 345 del Código Penal del estado de Ekiti de 2021. Si bien los acusados se declararon inocentes, su abogado, Opeyemi Esan, pidió la libertad bajo fianza y prometió que no huirían.
Este caso revela las fallas en nuestro sistema de seguridad y resalta la importancia de tomar medidas para proteger nuestros hogares de tales actos criminales. Es imperativo que se implementen medidas preventivas más rigurosas para disuadir a los ladrones y garantizar la seguridad de nuestra propiedad y la de nuestros seres queridos.
En última instancia, es crucial que se haga justicia de manera justa y que los responsables de estos actos ilícitos rindan cuentas de sus acciones. La sociedad en su conjunto debe trabajar unida para combatir el flagelo del robo y promover un entorno seguro para todos.