Fatshimetrie, el blog insignia dedicado a la crítica gastronómica y a las principales figuras de la industria alimentaria, fue recientemente el escenario de un enfrentamiento épico entre el famoso crítico gastronómico Opeyemi Famakin y el magnate del entretenimiento Cubana Chiefpriest. La polémica surgió tras la publicación de un vídeo viral que mostraba una «hamburguesa recalentada en el microondas», desatando un apasionado debate entre los amantes de la buena mesa.
El drama comenzó cuando Opeyemi Famakin, conocido por sus críticas intransigentes de la cocina local e internacional, compartió una reseña detallada de una hamburguesa de un restaurante propiedad de Chiefpriest. En su publicación de Instagram, Famakin elogió el aspecto y la estética del restaurante y criticó los pasteles que se preparaban con anticipación y se recalentaban en el microondas, lo que supuestamente afectaba su calidad.
En reacción a las críticas, el empresario dejó un comentario expresando su agradecimiento a Famakin, diciendo: «Gracias por pasar por aquí, Foodie. ¡Te deseo todo lo mejor!».
Sin embargo, la situación se intensificó cuando Famakin acusó a Cubana Chiefpriest de amenazarlo por sus críticas y compartió capturas de pantalla de sus conversaciones para respaldar sus afirmaciones. En su pie de foto, Famakin expresó su temor por su seguridad y su deseo de abandonar el estado de Imo, diciendo: «Reconozco una amenaza cuando la veo. Supongo que es hora de abandonar el estado de Imo lo antes posible. Si algo me sucede aquí, ya sabes». A quién culpar. Aprecio que haya sido educado en público para que todo el mundo lo viera, pero tenía un tono diferente en mis mensajes privados».
En respuesta, Cubana Chiefpriest recurrió a su historia de Instagram para acusar a Famakin de pedirle al personal del comedor que esperara las hamburguesas y preguntarse por qué no les pidió simplemente que no las recalentaran. La celebridad compartió imágenes de CCTV y escribió: «Les pediste que te calentaran la hamburguesa. Te quedaste allí mirándolos hacerlo, luego te volteaste para sentarte y ahora te vas, sirve tu contenido. Si no lo haces». No me gustan las hamburguesas recalentadas, ¿por qué no los detuviste, en lugar de quedarte ahí y filmar el resto de tu contenido mientras esperabas que recalentaran la hamburguesa como pediste? Pensé que su reseña fue honesta y lo aprecié… Luego fue y criticó a mi personal sólo para que me dijeran que él les había pedido que lo hicieran y lo confirmó con los videos».
El caso provocó reacciones encontradas en las redes sociales, dejando a los internautas divididos entre diferentes puntos de vista. A través de este episodio, queda claro que la línea entre la crítica constructiva y las reacciones emocionales puede ser delgada, y que es esencial mantener un diálogo respetuoso, incluso cuando surgen desacuerdos.. Esta controversia también plantea preguntas sobre la transparencia y la ética en la industria de reseñas de alimentos, lo que demuestra la importancia de permanecer fiel a las creencias propias y al mismo tiempo respetar a los demás en el campo.
En última instancia, ya sea en el mundo de la crítica gastronómica o del entretenimiento, es fundamental recordar que la comunicación abierta y el respeto mutuo son esenciales para fomentar un intercambio constructivo y enriquecedor para todos los entusiastas de la cultura gastronómica y del entretenimiento. La polémica entre Opeyemi Famakin y Cubana Chiefpriest nos recuerda que la diversidad de opiniones y el sano debate son parte integral de la riqueza de nuestro panorama culinario y cultural.