Fatshimetrie, 12 de septiembre de 2024- Como parte de una movilización sin precedentes, la sinergia de los sindicatos de la educación en Kivu del Sur ha lanzado un llamamiento a una huelga de hambre. Este acto de desesperación y solidaridad tiene como objetivo apoyar a los docentes del sector público que exigen con vehemencia una mejora en sus condiciones salariales, entre otras demandas flagrantes.
El portavoz de la sinergia, Jacques Cirimwami, invitó a todos los profesores de escuelas públicas de Kivu del Sur a observar una huelga de hambre del viernes 13 al sábado 14 de septiembre de 2024. Esta acción simbólica tiene como objetivo fomentar la reflexión sobre la precaria situación de las nuevas unidades (NU ) y hacer oír la voz de los docentes de Kivu del Sur, que se sienten agraviados en un sistema inequitativo.
La cuestión de las disparidades salariales está en el centro de las demandas de los docentes. De hecho, Jacques Cirimwami denunció enérgicamente la existencia de tres zonas salariales distintas, estableciendo una escala salarial variable según la región geográfica. Esta práctica discriminatoria crea una profunda injusticia entre los docentes, que sin embargo ejercen la misma misión educativa fundamental, independientemente de su ubicación.
Esta movilización, iniciada tras una reunión decisiva en la escuela primaria Matendo de Bukavu, demuestra la determinación de los docentes de Kivu del Sur por obtener reconocimiento y equidad. Ante la intransigencia de las autoridades y la persistente indiferencia, los docentes han decidido intensificar su huelga, signo de un descontento generalizado y de la voluntad de hacer valer sus legítimos derechos.
Esta huelga de hambre, símbolo de sacrificio y resistencia, exige una conciencia colectiva sobre la necesidad de dar un valor justo al trabajo de los docentes. La educación, pilar de todo desarrollo sostenible, no puede construirse sobre desigualdades flagrantes y luchas incesantes por obtener condiciones de trabajo decentes.
En resumen, esta movilización de docentes en Kivu del Sur refleja una búsqueda de dignidad, reconocimiento y justicia social. Más allá de las palabras, lo que está en juego es el futuro de toda una generación, el de una educación de calidad para todos, garantizada por docentes respetados y valorados en la debida medida.