En el mundo de la política y los negocios en África, las decisiones tomadas por empresas estatales a menudo provocan acalorados debates y controversias. Recientemente, el ex asistente presidencial, Sr. Reno Omokri, alimentó este debate reaccionando a las críticas dirigidas al Presidente Bola Tinubu por los recientes aumentos de precios llevados a cabo por Nigerian Petroleum Company Limited (NNPCL).
En una contundente declaración, Omokri subrayó que era un error atribuir la responsabilidad de las decisiones estratégicas de la NNPCL al Presidente Tinubu. Como empresa estatal, la petrolera nacional se beneficia de un consejo de administración responsable de su gestión operativa y financiera. Por tanto, es esencial responsabilizar a los miembros del consejo de administración por sus decisiones destinadas a garantizar la rentabilidad de la empresa, en lugar de culpar automáticamente al presidente.
Los recientes ajustes de los precios del combustible por parte de la NNPCL de 580/617 naira a 850/893 naira por litro han provocado una ola de descontento entre la población. Numerosos observadores sociales y analistas políticos inmediatamente señalaron al presidente como responsable de esta decisión, considerando que la petrolera nacional, enteramente propiedad del gobierno federal, no podía modificar las tarifas por sí sola sin la aprobación del presidente.
Sin embargo, la reflexión planteada por el señor Omokri es crucial. Es necesario reconocer que NNPCL, como sociedad anónima, goza de cierta autonomía en la fijación de precios, lo que la distingue de agencias gubernamentales sujetas a regulaciones estrictas. La adhesión a los principios de gobierno corporativo y la toma de decisiones basadas en el interés comercial de la empresa deben tener prioridad para garantizar su viabilidad económica.
Por tanto, es imperativo desvincular la responsabilidad política del Presidente de las decisiones operativas tomadas por la NNPCL. Al centrarse en la transparencia de los procesos de toma de decisiones dentro de la compañía petrolera nacional, es posible establecer un mayor nivel de rendición de cuentas y fortalecer la eficiencia de su gestión.
En última instancia, el debate en torno a los aumentos de precios de NNPCL resalta la importancia de comprender los matices de la gobernanza corporativa en el sector público y promover una cultura de responsabilidad y transparencia dentro de las empresas estatales. En lugar de buscar chivos expiatorios políticos, es esencial favorecer un enfoque basado en criterios de gestión rigurosos destinados a garantizar la sostenibilidad y el rendimiento de las empresas públicas al servicio del interés general.