Fatshimetry, 13 de septiembre de 2024. El matadero público de la localidad de Kenge, situada en la provincia de Kwango, en la República Democrática del Congo, se enfrenta a graves dificultades operativas debido a una crucial falta de recursos materiales. El director de este establecimiento, Simon Makanzu Malisa, subrayó durante una entrevista reciente que desde su construcción en mayo de 2019 por el proyecto PADIR, este matadero ciertamente se ha construido según las normas estándar, pero se enfrenta a numerosos problemas que dificultan su correcto funcionamiento. marcha.
El principal desafío que enfrenta el matadero de Kenge es la falta de acceso a agua, microscopios, pulverizadores y cámaras frigoríficas imprescindibles para garantizar la calidad e inocuidad de las carnes destinadas a la población. Estas deficiencias repercuten en la producción cárnica del establecimiento, como lo demuestran las estadísticas trimestrales reveladas por Simon Makanzu Malisa. Durante los dos últimos trimestres, el matadero central de Kenge suministró 22.560 kg de carne vacuna, de los cuales sólo 14.100 kg pudieron comercializarse debido al rechazo de 122 kg y a la ausencia de condiciones adecuadas de conservación de una parte de los productos. En cuanto a la carne de cerdo, se produjeron 4.720 kg, pero sólo se pudieron comercializar 4.425 kg, siendo rechazado el resto por insuficientes condiciones de procesamiento.
A pesar de sus repetidos llamamientos a las autoridades pertinentes, Simon Makanzu Malisa hasta el momento no ha logrado obtener el apoyo necesario para abordar estas deficiencias cruciales. Pidió la instalación de un grifo Regideso dentro del matadero para solucionar el problema del acceso al agua potable, fundamental para realizar las operaciones de procesamiento y limpieza en óptimas condiciones sanitarias.
La situación en el matadero de Kenge pone de relieve los desafíos que enfrentan muchos establecimientos públicos en la República Democrática del Congo en términos de acceso a recursos materiales adecuados. Si estos problemas persisten, pueden comprometer la seguridad alimentaria y la salud pública, destacando la importancia de invertir en la infraestructura y el equipo necesarios para garantizar condiciones de trabajo óptimas en el sector de sacrificio y procesamiento de la carne.