En un acontecimiento preocupante para la industria petrolera de Escocia, el anuncio de que la refinería de petróleo de Grangemouth cerrará en 2025 está afectando duramente a la región. Esta decisión, tomada por Petroineos, supondrá la pérdida de 400 puestos de trabajo y marcará la transformación de la fábrica centenaria en una terminal de importación de combustibles.
Es un duro golpe para los trabajadores y las familias que dependen de la planta de Grangemouth, la refinería más antigua del Reino Unido. Se espera que la producción cese en el segundo trimestre del próximo año, previa consulta a los empleados, según un portavoz de la empresa.
El cierre de Grangemouth ha suscitado críticas de sindicatos y políticos. El secretario de Energía del Reino Unido, Ed Miliband, expresó su profunda decepción por la decisión de Petroineos.
El sitio se transformará en una terminal de importación y distribución de combustibles terminados, lo que reducirá el número de empleados en el sitio de 475 a aproximadamente 75 durante los próximos dos años.
Petroineos, una empresa conjunta entre PetroChina International London (PCIL) y el Grupo INEOS, citó dificultades económicas como motivo del cierre. La empresa afirmó haber invertido 1.200 millones de dólares desde 2011, pero registró pérdidas superiores a 775 millones de dólares durante el mismo período.
La decisión de cerrar se debe en parte a que Grangemouth ya no puede competir con sitios más grandes, más modernos y más eficientes en Medio Oriente, Asia y África.
Debido a su tamaño y diseño, Grangemouth genera un alto gasto de capital cada año sólo para mantener su licencia de funcionamiento.
A pesar de la oposición de los sindicatos y los políticos locales, los planes de Petroineos para Grangemouth resultaron en el cierre de la refinería. Se han lanzado campañas para ampliar la producción hasta que se pueda encontrar una alternativa baja en carbono para su futuro a largo plazo.
Los gobiernos del Reino Unido y Escocia han anunciado un plan conjunto para asegurar un futuro industrial para Grangemouth tras el cierre de la refinería. Esto incluye una inversión de £100 millones ($130,43 millones) para apoyar a los trabajadores afectados y financiar proyectos energéticos locales.
El sindicato Unite, que representa a los trabajadores de Grangemouth, calificó el cierre como un “acto de vandalismo industrial”. Según el secretario escocés de Unite, Derek Thomson, el complejo es crucial para la base manufacturera nacional y la seguridad energética.
El cierre de la refinería de petróleo de Grangemouth marca el final de una era para la industria petrolera en Escocia. Apoyar a los trabajadores afectados e invertir en alternativas sostenibles es crucial para garantizar un futuro económico y energético seguro para la región.