Fatshimetría: cuando la salud de los hombres depende de la talla
La preocupación por el tamaño del pene es una cuestión que preocupa a la mayoría de los hombres. Aunque la naturaleza no ofrece soluciones milagrosas para agrandar este órgano, existen varios factores de salud y estilo de vida que pueden contribuir a reducirlo.
Uno de esos factores es fumar, que puede dañar los vasos sanguíneos esenciales para una erección óptima. Por lo tanto, los hombres que fuman tienen más probabilidades de experimentar disfunción eréctil y de ver disminuir el tamaño de su pene durante las relaciones sexuales.
Paradójicamente, la actividad sexual excesiva también puede tener un impacto negativo en el tamaño del miembro masculino debido a la formación de tejido cicatricial. La Dra. Mary Samplaski, uróloga y directora de infertilidad masculina de la Universidad del Sur de California, señala que la edad y las enfermedades crónicas también pueden influir en la capacidad del pene para lograr una erección completa, lo que lleva a una disminución de su tamaño.
El nivel de testosterona, la hormona sexual masculina, juega un papel esencial en el mantenimiento de la libido y las erecciones. Fumar, además de dañar los vasos sanguíneos, puede provocar una disminución en la producción de testosterona, afectando así el rendimiento sexual.
Además, afecciones como las enfermedades cardiovasculares también pueden provocar el encogimiento del pene. Al reducir el flujo sanguíneo al pene, estas enfermedades provocan un debilitamiento de las erecciones y una disminución del tamaño del miembro.
El sobrepeso y la obesidad también pueden contribuir a la reducción del pene debido a la conversión de testosterona en la hormona femenina estrógeno mediante enzimas que se encuentran en los tejidos grasos. La deficiencia de testosterona puede hacer que el pene se encoja o se hunda.
También es bueno señalar que el envejecimiento natural del cuerpo puede provocar una disminución del tamaño del pene, y los vasos sanguíneos se endurecen con la edad, lo que afecta el flujo sanguíneo al pene.
Aunque algunos de estos factores son inevitables, es posible tomar medidas para mantener la salud y el tamaño del pene. El ejercicio regular, por ejemplo, puede ayudar a mantener niveles adecuados de testosterona para prevenir la pérdida de tamaño y promover erecciones saludables.
En definitiva, es importante que los hombres cuiden su salud general para poder mantener la salud y el rendimiento de su pene. Adoptando un estilo de vida saludable y siguiendo los consejos médicos adecuados, es posible prevenir o ralentizar los efectos de la contracción del pene ligados a diversos factores.