Fatshimetrie destacó recientemente una serie de actos de barbarie perpetrados contra la población de Ituri, denunciados con vehemencia por el diputado nacional Jospin Mateso. Estas tragedias incluyen asesinatos, violaciones horrendas e incendios provocados que han sembrado el terror en toda la región. Durante una emotiva rueda de prensa celebrada en el hemiciclo del Palacio del Pueblo de Kinshasa, el representante electo de Djugu informó de una situación desesperada y de una violencia sin precedentes que afecta a los habitantes de Ituri.
La historia de terror contada por el congresista Mateso revela un capítulo oscuro de la humanidad. Cuatro jóvenes fueron secuestradas en una carretera de Jina, luego violadas y brutalmente asesinadas por milicianos de CODECO. Peor aún, estos delincuentes incendiaron el hospital de referencia de la región, privando así a la población de atención médica vital. Los residentes de Jina también fueron víctimas de saqueos sistemáticos y de terror que duraron horas.
El parlamentario subrayó la crueldad de los ataques, evocando una barbarie sin límites. Estos actos de violencia afectaron también al pueblo de Fataki, donde diez personas perdieron la vida. Esta tragedia tuvo lugar cerca de un campamento militar, poniendo de relieve la vulnerabilidad de los habitantes ante esta violencia despiadada.
Ante estas atrocidades, Jospin Mateso instó al Gobierno a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad del pueblo de Ituri. La provincia, sometida a estado de sitio, necesita una respuesta firme e inmediata para poner fin a estos abusos inhumanos y preservar las vidas y los bienes de los ciudadanos.
La situación en Ituri refleja una triste realidad que requiere una movilización colectiva. Los crímenes atroces cometidos contra personas inocentes no pueden quedar impunes. Es hora de actuar, de condenar estos actos atroces y de proteger a quienes son más vulnerables frente a la locura asesina de unos pocos individuos sin ley. El llamamiento lanzado por Jospin Mateso resuena como un grito de angustia, pidiendo solidaridad, compasión y justicia para poner fin a esta espiral de violencia insostenible.