Un crimen atroz sacude a la comunidad Igode en Nigeria

En un suceso reciente que sacudió a la pequeña comunidad de Igode en Nigeria, las autoridades policiales revelaron hechos sórdidos. La portavoz del Comando de la Policía Estatal de Nigeria, la señora Omolola Odutola, informó a la prensa en un comunicado emitido en Abeokuta el viernes por la tarde.

Según la información revelada por la Sra. Odutola, un individuo llamado Mustapha fue detenido alrededor de la 1:30 a. m. del viernes mientras intentaba arrojar el cuerpo de un niño cerca del río Igbosoro en la aldea de Igode. Mustapha fue supuestamente acusado de haber cortado las manos de Oriyomi, la hija fallecida de su vecino.

Se informó que Mustapha envolvió el cadáver de la víctima en una alfombra en el momento de su arresto. Además, también fueron detenidos tres presuntos cómplices por ayudar a cavar la tumba.

La madre de la víctima, Paz Adegboyega, informó a la policía que su hija murió electrocucionada alrededor de las 10:20 horas del jueves anterior. Sin embargo, quedó impactada al saber que su vecina tenía el cuerpo mutilado de su hija. Ya estaban en marcha los planes para el entierro de la pequeña Oriyomi.

Cuando se registró la casa del sospechoso, se descubrieron dos escopetas inglesas y varios amuletos locales. Según Odutola, una fuente de inteligencia de una agencia de seguridad hermana había informado al comandante de la policía de la división de Igode de un movimiento sospechoso en el monte alrededor del río Igbosoro en la aldea de Igode, en las primeras horas del 20 de septiembre de 2024.

Tras este informe, Ogidan Mustapha fue sorprendido abandonando un cadáver. Tras examinar el cadáver envuelto en una alfombra, los investigadores descubrieron que se trataba del cuerpo de una joven a la que le habían amputado las manos.

El sospechoso, durante su interrogatorio, negó cualquier implicación en la amputación de la víctima, pero admitió haber transportado el cadáver completo después de que el padre de la fallecida le pidió que lo enterrara lejos de su casa.

Los sospechosos fueron trasladados al Departamento de Investigación Criminal del Estado para una mayor investigación y consideración de acciones legales.

Este horrible caso plantea dudas sobre la seguridad y protección de los niños en las comunidades. Es imperativo que las autoridades pertinentes tomen medidas para prevenir actos tan atroces y garantizar que se haga justicia para la joven Oriyomi y su sufrida familia.

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