Hay momentos en el mundo del fútbol en los que los equipos sufren derrotas especialmente difíciles de soportar. Esto es exactamente lo que le ocurrió al AS Saint-Étienne contra el OGC Nice durante su reciente enfrentamiento en la Ligue 1. Una semana después de un primer éxito alentador, los Verdes fracasaron y sufrieron una dura derrota por 8-0.
El partido dio un giro dramático en los primeros minutos, cuando Dylan Batubinsika, el defensa congoleño, marcó en propia puerta tras un desafortunado despeje. Este giro del destino abrió las compuertas y los Stéphanois encajaron nada menos que cinco goles más en la primera parte, en particular los firmados por Tanguy Ndombele, Mohamed-Ali Cho, Youssoufa Mukoko y Guessand.
El segundo tiempo no dio respiro al AS Saint-Étienne, con Sofiane Diop y Pablo Rosario añadiendo dos goles más al final del partido. Una velada de pesadilla para los jugadores y, en particular, para Dylan Batubinsika, que vivió un auténtico calvario sobre el terreno de juego. Esta goleada se suma a una serie de resultados decepcionantes de los Verdes, que ya han encajado 15 goles en sólo cinco días de campeonato. Con tres puntos en el marcador, el AS Saint-Étienne se encuentra ahora en posición de play-off, en el puesto 16 de la clasificación.
Esta contundente derrota plantea dudas sobre la capacidad del equipo para recuperarse y ofrecer un juego sólido y consistente. Los aficionados, acostumbrados a actuaciones más convincentes, esperan una fuerte reacción de sus jugadores. En los albores de los próximos partidos decisivos, el AS Saint-Étienne estará ansioso por rectificar la situación y mostrar una cara mucho más competitiva en el campo. El fútbol es un deporte exigente, en el que cada partido cuenta, y los Verdes tendrán que volver a movilizarse rápidamente para retomar la senda de la victoria y devolver las sonrisas a sus seguidores.