En un discurso directo, el diputado Justin Bitakwira, originario de Kivu del Sur en Kinshasa, criticó duramente la actual gestión del poder en la era de Félix Tshisekedi, en particular en lo que respecta a la cuestión de la seguridad en el este de la República Democrática del Congo. Sus declaraciones apuntan a una posible complicidad entre algunos dirigentes congoleños y el régimen ruandés, acusado de contribuir a la desestabilización del país.
Explícitamente, Justin Bitakwira destaca la evidente inexperiencia de algunos representantes del gobierno congoleño involucrados en las conversaciones con Ruanda. Según él, los vínculos entre Uganda y las agresiones que enfrenta la República Democrática del Congo siguen sin estar claros. Señala a grupos como el M23 y el AFC, diciendo que tienen un líder: Kagame. Expresa su preocupación por la actitud de las autoridades congoleñas hacia Ruanda, denunciando una relación demasiado complaciente con Kagame, en detrimento de los intereses de la República Democrática del Congo.
El diputado Justin Bitakwira es uno de los parlamentarios que decidió abandonar la sesión plenaria durante el examen y aprobación del proyecto de ley que autoriza la prórroga del estado de sitio. Para estos cargos electos, principalmente de las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, el estado de sitio ha mostrado sus límites y es imperativo levantar esta medida.
Este contundente discurso revela las tensiones y controversias que persisten en la región oriental de la República Democrática del Congo. Los comentarios de Justin Bitakwira resaltan las cuestiones cruciales de seguridad y relaciones internacionales que pesan sobre el país. También destacan las diferencias de opinión dentro de la clase política congoleña con respecto a las medidas que deben tomarse para garantizar la estabilidad y la paz en esta región devastada por el conflicto.
En conclusión, esta posición franca y comprometida por parte del diputado Justin Bitakwira exige una reflexión profunda sobre las acciones que deben tomarse para resolver las crisis de seguridad en la República Democrática del Congo y preservar la soberanía nacional frente a las presiones externas.