Gloria y desilusión volvieron a chocar para el Ace V.Club de Kinshasa en el partido de vuelta de la segunda ronda preliminar de la Copa Confederación CAF contra el Stellenbosch Fc. Si bien los Black Dolphins ya habían sufrido una derrota en el partido de ida en Sudáfrica, la esperanza era tenue pero muy presente para este enfrentamiento en el estadio de los Mártires.
Sonó el saque inicial y con determinación los sudafricanos se adelantaron abriendo el marcador gracias a Lehlogonolo Mojela. A pesar de algunas oportunidades perdidas al inicio del partido, finalmente fue en el minuto 73 cuando el número 10 de Stellenbosch sacudió la red contraria. Una ventaja que podría haber marcado el inicio de un final prematuro para los congoleños, condenados a compensar una desventaja de dos goles.
Sin embargo, el Ace V.Club no se deja vencer. Decididos a defender sus colores, los jugadores verdinegros de la capital se lanzaron al ataque y consiguieron un penalti salvado, brillantemente transformado por Said Affane. La esperanza renació brevemente, pero la sombra de la derrota permaneció flotando sobre las cabezas de los moscovitas.
El final del partido supuso la muerte de las ambiciones del V.Club de Kinshasa, que a pesar de su tenacidad y determinación, no logró imponerse con la magnitud necesaria para alcanzar la fase de grupos de la competición. Un mal desempeño que pone de relieve las deficiencias de coordinación del equipo, a pesar de los esfuerzos realizados y las contrataciones realizadas.
Este encuentro fue una historia tristemente épica, una lucha de David contra Goliat donde la victoria final se les escapó por poco a los Delfines Negros. Pero más allá de la derrota, es la pasión y el compromiso de los jugadores los que quedan como un vibrante tributo al deporte y al espíritu de competición. Así termina esta página de la historia del As V.Club, que ahora tendrá que mirar al futuro con humildad y determinación.