En el mundo del automóvil, muchas startups se lanzan con la ambición de revolucionar el mercado. Es el caso de Mobius, un fabricante de automóviles keniano que intentó ofrecer un coche fabricado en África y diseñado especialmente para el continente. Lamentablemente, a pesar de más de diez años de actividad, Mobius anunció recientemente su cierre, antes de aceptar una oferta de compra. Esta triste historia pone de relieve los desafíos que enfrentan los fabricantes de automóviles en África, en un mercado dominado en gran medida por las importaciones de vehículos usados.
Mobius se había propuesto un desafío audaz: ofrecer un vehículo todo terreno, adaptado a las carreteras, a veces difíciles, del continente y fabricado localmente. Sin embargo, lograr este objetivo resultó ser un verdadero desafío. Nicolas Guibert, director general de Mobius, destacó las dificultades que encontró la startup a la hora de diseñar un vehículo completamente nuevo y al mismo tiempo seguir siendo competitiva en un mercado pequeño. El primer coche de la marca, lanzado en 2015, se vendió por 10.000 dólares, pero su coste de fabricación fue de 30.000 dólares por pieza, lo que rápidamente puso en peligro la rentabilidad de la empresa.
Ante estos obstáculos, Mobius decidió detener la producción de su primer modelo para centrarse en un nuevo modelo que fuera menos costoso de fabricar. A la espera de lanzarlo al mercado, la empresa lanzó un vehículo chino ensamblado en Kenia, pero las ventas no cumplieron con las expectativas. Mientras tanto, los principales fabricantes de automóviles del país se centran principalmente en el montaje de camiones pesados y camionetas, importando algunas de las piezas necesarias para su producción.
Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los fabricantes de automóviles en África es la competencia de los vehículos usados, que representan el 80% de las compras en el continente debido a su precio más atractivo. Los proveedores locales luchan por competir con estas importaciones, porque producir en pequeñas cantidades no les permite alcanzar la calidad y los costos competitivos necesarios para sobrevivir en el mercado. Además, la dificultad para recaudar fondos también obstaculizó el desarrollo de Mobius, penalizando una vez más a una empresa que aún no era rentable.
A pesar de los desafíos encontrados, el comprador de Mobius se muestra optimista sobre el futuro de la marca. La compañía espera seguir ofreciendo coches adaptados a las necesidades del continente africano. Esta historia destaca los obstáculos que enfrentan los fabricantes de automóviles en África, pero también destaca el potencial de desarrollo del sector en la región. En última instancia, el éxito de Mobius dependerá de su capacidad para adaptarse a las realidades del mercado africano y encontrar soluciones innovadoras para superar los desafíos que se interponen en su camino.