Una trágica explosión sacudió una mina de carbón en el este de Irán, en Tabas, provincia de Khorasan, matando a más de 50 personas e hiriendo a muchas más. El accidente se produjo tras una fuga de metano que provocó una devastadora explosión en la mina, atrapando a 69 trabajadores bajo los escombros.
Los servicios de emergencia están trabajando para salvar a las 22 personas que siguen atrapadas, en condiciones complicadas por la acumulación de gases tóxicos en la mina. Las imágenes difundidas por la Media Luna Roja iraní muestran a los equipos de rescate corriendo contra el tiempo para evacuar a las víctimas y heridos a los hospitales de la región.
El presidente Massoud Pezeshkian expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y ordenó una investigación para determinar las causas de este trágico accidente. El primer vicepresidente Mohammad Reza Aref también movilizó al gobierno para brindar apoyo a las víctimas y sus familiares, garantizando un seguimiento de emergencia para gestionar la situación.
Lamentablemente, esta no es la primera vez que ocurre una tragedia de este tipo en Irán. De hecho, el año pasado, una explosión similar en una mina de carbón en Damghan se cobró la vida de seis personas. Además, en 2017, otra explosión provocó la muerte de 43 mineros en Azad Shahr, provocando la indignación de las autoridades iraníes.
Estos trágicos acontecimientos ponen de relieve la urgencia de fortalecer las medidas de seguridad en las minas de carbón de Irán y garantizar la protección de los trabajadores. Es imperativo que las autoridades tomen medidas estrictas para prevenir futuros accidentes y garantizar la seguridad de los trabajadores mineros.
En estos momentos de luto y tragedia, nuestros pensamientos están con las familias de las víctimas y con todos los afectados por esta terrible tragedia. Es esencial que se arroje luz sobre las circunstancias de este accidente y que se tomen las medidas adecuadas para evitar que desastres similares vuelvan a ocurrir en el futuro.