En la conflictiva región de Darfur, los residentes de la ciudad de El-Fasher se encuentran una vez más víctimas de la violencia de las fuerzas paramilitares, lo que genera gran preocupación en la comunidad internacional. El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha expresado su profunda preocupación por el ataque masivo de las Fuerzas de Apoyo Rápido a la ciudad de El-Fasher. En una declaración, Guterres instó al líder de RSF, el teniente general Mohamed Hamdan ‘Hemedti’ Dagalo, a poner fin al devastador ataque.
La precaria situación en El-Fasher refleja una importante crisis humanitaria que continúa empeorando. Según relatos locales, muchas de las casas en el sur de la ciudad quedaron reducidas a cenizas, dejando tras de sí ruinas y una desesperación palpable.
El Secretario General advirtió del riesgo de una escalada del conflicto que podría degenerar en enfrentamientos entre comunidades en todo Darfur. Más allá de la tragedia humana que se está produciendo actualmente, Antonio Guterres subrayó la urgencia de un cese inmediato de las hostilidades en todo el país. Desde que comenzaron los enfrentamientos entre el ejército sudanés y las RSF en abril del año anterior, millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, dejando atrás sus vidas y sus propiedades.
Este sangriento conflicto ha sumido a casi la mitad de la población sudanesa en una situación de hambruna aguda. Al mismo tiempo, el país se enfrenta a varias epidemias, incluido el cólera, que están socavando aún más los escasos recursos sanitarios disponibles.
En este contexto alarmante, la comunidad internacional se enfrenta una vez más a un desafío importante: proteger a los civiles vulnerables y encontrar soluciones duraderas para poner fin a esta prolongada tragedia humana.
Es imperativo que todas las partes interesadas se comprometan plenamente a respetar los derechos fundamentales de la población y trabajar para lograr una resolución pacífica e inclusiva del conflicto. La paz y la seguridad de Darfur no pueden garantizarse sin un compromiso sincero de todos los actores involucrados, tanto a nivel nacional como internacional.
A medida que la situación humanitaria en Darfur alcanza niveles críticos, es hora de adoptar medidas colectivas para poner fin al sufrimiento del pueblo sudanés y construir un futuro mejor para las generaciones venideras.